SANTIAGO DEL ESTERO.- Un peligroso asaltante tucumano conocido como "el rey de la fuga" sería el cerebro del plan ideado por un grupo de reclusos de la "Unidad Penal Número 1 Varones" de Santiago del Estero, que derivó en un incendio en el que murieron 30 presos, entre ellos el delincuente oriundo de esta provincia. En la tragedia también sufrieron heridas otras 12 personas, entre las que se encuentra un guardicárcel.
Luis Clemente Nadotti había sido condenado el año pasado por un asalto ocurrido en la localidad santiagueña de La Banda. Su cuerpo ya fue identificado y sometido a una autopsia, por lo que se espera que en las próximas horas sus familiares retiren el cadáver de la morgue del hospital Independencia.
El siniestro se desató ayer, cerca de las 20, cuando -según la versión oficial que luego fue desmentida por los familiares de las víctimas- los internos prendieron fuego a sus colchones, tras frustrarse un intento de escape. Según los primeros informes, la mayoría de las víctimas murió asfixiada. Varias de ellas fueron encontradas en el baño de un pabellón N2, con sus rostros cubiertos con toallas o con ropas mojadas. Al parecer, los hombres trataban de evitar los efectos letales de la combustión.
Nadotti adquirió trascendencia como un verdadero Harry Houdini del hampa, puesto que tres veces logró burlar las rejas. En la primera oportunidad, se escapó del Juzgado de Concepción, donde pidió permiso para ir al baño y escapó por un ventiluz antes de declarar en una causa por robo agravado.
Las otras dos fugas las concretó en 2002 y en 2004. En ambas ocasiones, demostró sus cualidades para escapar disfrazándose de anciano y de mujer, respectivamente, para salir del penal de Villa Urquiza. Actualmente cumplía condena por dos robos en las sedes del Correo Argentino de la capital santiagueña. De hecho, se especializaba en atracos en oficinas postales y tenía pedido de captura en Tucumán, Catamarca y Mar del Plata. En esta última ciudad, estaba acusado de haber cometido un homicidio.
Enfrentamientos con los parientes
Debido a la tragedia, esta madrugada se produjeron duros enfrentamientos entre la Policía y los familiares de los reos. Los incidentes más graves se desencadenaron en las inmediaciones del penal y del hospital Regional Ramón Carrillo, donde fueron trasladados heridos y fallecidos.
Por ese motivo, la capital santiagueña amaneció hoy sitiada de policías. Más de 150 efectivos custodian la cárcel, la morgue y los centros asistenciales, para evitar que se generen nuevos disturbios. Desde muy temprano, decenas de parientes concurrieron a la morgue para retirar los cuerpos. Allí les confirmaron que el Gobierno de esa provincia se hará cargo de algunos gastos. Hasta mañana continuarán entregando los cadáveres. LA GACETA ©