"Erré el penal, pero participé en los goles"

MENDOZA (Enviado especial).- Cuando erró el penal, el frío de Madryn amagó con pegarle otra cachetada. Aquella vez no tuvo revancha. Ahora, se la tomó con soda, porque así pega más. Claudio Romualdo Sarría, el cordobés risueño, empezó a jugar tan serio como cuando lo llaman por el nombre completo. Había tocado pocas pelotas hasta que, cerca del final del primer tiempo, apuró una falta intrascendente en el medio y vio solo a Pablo Hernández. Su discípulo entró al área y cayó. Penal? El remate fue bajo, a la izquierda de Godoy. El rebote le volvió al cuerpo, pero no al alma. Su cabezazo, desviado por un defensor, dio en el travesaño. Córner desperdiciado y al vestuario 0 a 0. ¿Fantasmas del pasado? "No, eso ya pasó. Me tocó patearlo de nuevo y lo erré. Son cosas del fútbol", dirá después.
Durante el segundo tiempo, Sarría sintió el golpe con pases desentonados, hasta que despejó la mente y entró por el centro del área, como lo había hecho dos veces contra Juventud Antoniana: en Salta (2-2) y en el Monumental (3-1). El festejo no fue igual: trepado al alambrado, con esos hinchas que lo adoran hasta cuando va a patear un córner. "Sí, me saqué la bronca", reconoció.
Insaciable, el capitán demostró que la cinta no se le cae cuando, con precisión de billar, habilitó a Gastón Leva. Y ahí sí, ya sacó su chapa para hacer del penal una anécdota.
"Una mala salida en el segundo tiempo nos puso en desventaja. Parecía que el mundo se nos venía encima. Pero lo dimos vuelta. Erré el penal, pero metí un gol y un pase-gol para que Gastón definiera como el goleador que es. ¿Cómo hice en el pase? Cuando enganché, ya lo había visto entrando al área", se ríe, con los dientes blancos que resaltan y la mirada pícara. Ya sin nombres completos. Bien "Capé".

Solari les tiró flores a los suplentes
"Siempre intentamos jugar, pero la cancha es muy mala. De todas maneras jugamos mejor, hasta hicimos los tres goles", destacó Jorge Solari, que le pegó con los cambios, pero no se quedó con el crédito. "López, Ramírez Silva, Leva, todos entran frescos. Estoy contento porque el plantel está bastante completo. Los que entran lo hacen con ganas de demostrar. Ayudaron a este resultado, merecido, por todo lo que mostró el equipo", agregó.
"Empezamos livianitos, pero fuimos subiendo. De todas formas, con la cancha así no se puede jugar más. La cancha es mala, muy mala", repitió. ¿Y el error de Ischuk? "Hay respaldo para todos -enfatizó-. Le salió el saque bajo, y le pegó a uno de ellos o a uno nuestro. Y listo".

El cacique
"La cancha no era buena, pero el equipo siempre intentó jugar. Hubo desacoples, pero nunca perdimos el orden. ¿Si soy el cacique? Sólo trato de hacer lo que me pide el técnico. ¿Y el gol? Estuve cerca de nuevo, vamos a afinar la puntería". (Textual de Martín Martos)

Corazón "decano"
El aguante. Un centenar de hinchas de Atlético festejó el triunfo, entre bombos y banderas. "Pasaje Cerrito", "Simoca", "Los Pinos", "Inseparablemente juntos", "Atado a tu destino", "Villa Sifón" y una que recuerda a Hernán Maldonado le pusieron color a la tribuna visitante.

Otro firulete. Con sus botines flúo, de $ 600, siempre tiene un firulete guardado. "Entré con el resultado adverso, pero por la confianza que me tiene el técnico me sobra personalidad para ingresar en un momento así. En el centro para el gol de Sarría repetí lo del campeonato pasado: si llego hasta el fondo, centro atrás. Hace dos partidos que me vienen saliendo las cosas, pero está jugando Longo, que es importante. ¿Los botines? Sí, valen lo que valen", dijo Alfredo Ramírez Silva.

Feliz cumple. "Buscamos el triunfo durante toda la tarde. Cuando le encontramos la vuelta al partido vencimos con total justicia. Ganar partidos así ayuda mucho internamente para trabajar y porque nos damos cuenta de que el equipo puede ganarle a cualquiera, con adversidades y en cualquier lugar. En nuestra cancha se puede desplegar mejor el juego. Al final nos reunimos, pero ni se habló con Lucas Ischuk sobre su error. No hizo falta. La unión se siente en el vestuario y se nota en el campo de juego. Sólo se piensa en ascender", comentó Diego Erroz, que cumplió 29 años la semana pasada.

Calentitos. "¡Vení, que queremos hablar con vos!", le gritaban, alambrado de por medio, los hinchas a Jorge Dubanced, DT de Gimnasia. Antes, el ex jugador de San Martín estuvo reunido con los dirigentes. Sobraron las caras largas y muchos le pidieron la renuncia. Hasta hubo un hincha que le empujó y se generó un tumulto que no pasó a mayores. "El equipo dio todo y no mereció irse con las manos vacías. Yo me banco lo que venga, pero ustedes, los periodistas, que vieron todo en frío, se habrán dado cuenta de que no podemos jugar contra 12 jugadores", dijo el DT, en alusión, se supone, al árbitro Rubén Bustos, de correcta actuación. Dubanced se fue por una puerta lateral, ya que más hinchas lo esperaban a la salida.