"Pigu" Romero regresó con gloria

"Pigu" Romero regresó con gloria

"Estoy muy contento por todo lo que me está pasando", apuntó el golfista. Descansará durante 20 días junto a su familia y luego volverá a Europa.

LA GACETA / FOTOS DE JORGE OLMOS SGROSSO LA GACETA / FOTOS DE JORGE OLMOS SGROSSO
13 Agosto 2007
Como los grandes ídolos, Andrés “Pigu” Romero fue objeto de un recibimiento espectacular. Un grupo de fanáticos con redoblantes y con fotos suyas lo recibió con todos los honores. “Olé, olé, olé, olé, olé...Pigu...Pigu”, se escuchó cuando su figura apareció en el hall del aeropuerto. Orgulloso, lo primero que hizo, fue mostrar el trofeo que conquistó en Alemania... Y entonces el aliento fue ensordecedor. En su mayoría, quienes lo recibieron son vecinos y amigos del campeón, que crecieron con él en Yerba Buena. Pero el abrazo especial fue para sus padres, José y Rosa, que siguieron por televisión cada una de sus actuaciones. “Pigu” repartió besos y saludos. Después, conversó con LA GACETA:

- ¿Esperaba un recibimiento de estas características?
- No, es algo maravilloso. Estoy feliz por haber regresado a Tucumán. Me ausenté durante ocho semanas y realmente estoy muy contento.

- ¿Qué significó para usted el triunfo de Alemania?
- Jugué el Abierto Británico. Tuve la chance de ganarlo y no pude. Pero por suerte, el golf da revanchas semana tras semana. Por eso llegué a Alemania con una motivación extra. Tuve el desquite y pude ganar. Fue algo muy lindo. Sin embargo, lo más emocionante fue jugar la semana siguiente con el número uno del mundo, Tiger Woods.

- ¿Y todo lo bueno que le pasó hasta ahora en su carrera?
- Es mucho. Estoy muy contento por todo lo que me está pasando. Tengo que disfrutarlo y no salir de este camino. Para eso es necesario seguir trabajando, que no sea sólo un instante pasajero. Quiero seguir progresado.

- ¿Cuál fue la clave para jugar tan bien?
- El putt. Hice 26 de promedio en el Abierto Británico. Luego, la semana siguiente jugué muy bien, pero esta última no pude repetir esas actuaciones. Creo que tuvieron mucho que ver las ganas de volver a Tucumán que sentía.

- ¿A qué le atribuye el haber jugado mal en Tulsa?
- Al cansancio, al desgaste físico. No es fácil estar dos meses afuera, lejos de la familia y de otras cosas. Extrañaba todo eso y arranqué mal.

- ¿Qué diferencias nota entre jugar en Europa y en los Estados Unidos?
- El frío y el calor (risas). Es otro nivel el que se nota. Muchos torneos grandes, pero por suerte jugué bien al lado de Tiger Woods.

- ¿Qué significó para usted jugar a la par del número uno?
- Un sueño hecho realidad. Es mi ídolo y estaba muy emocionado cuando lo tuve cerca. La verdad es que no lo miré porque me iba a desconcentrar y no iba a poder jugar. Tenía qué hacer una de las dos cosas y me decidí por jugar.

- ¿Cómo sigue la gira?
- Ahora descansaré 20 días, luego regresaré dos semanas a Europa y después volveré dos semanas a la Argentina. Todavía queda mucho por jugar este año y quiero participar en varios torneos.

Un agasajo
Después se fue, acompañado por el club de fans “Las Romeritas” a un agasajo en Yerba Buena, donde lo esperaban más amigos. El máximo representante del deporte tucumano en el mundo volvió para reencontrarse con sus afectos. Por ahora, los palos quedaron de lado.