Un grupo de 40 personas, entre familiares y amigos, recibieron a Andrés Romero en el aeropuerto "Benjamín Matienzo". El exitoso golfista regresó anoche a la provincia después de una inolvidable gira de ocho semanas, durante la que se consolidó entre los mejores jugadores del mundo.
"Después de haber ganado en Alemania, lo más emocionante fue haber jugado con el número uno, Tiger Woods", destacó el tucumano. "Lo más importante será continuar por este camino, en el juego y en la vida", agregó.
Al ritmo de los redoblantes, y entre múltiples abrazos de los suyos, Romero se dirigió a Yerba Buena, donde anoche fue agasajado.