RIO GALLEGOS.- Los trabajadores marítimos de Puerto Deseado levantaron ayer la mayoría de los piquetes que mantenían en la zona y se mostraron confiados en que el conflicto con las empresas se solucionará tras los graves incidentes que se desencadenaron el viernes en esa localidad. Si bien los pesqueros decidieron mantener un solo piquete en forma simbólica, personal de Gendarmería nacional y del Grupo GEOF permanecía en Puerto Deseado, ante el temor de que se repitieran los destrozos.
Mauro Paillaqueo, delegado de los marineros, confirmó que las medidas de fuerza se levantaron casi en su totalidad, a la espera de una respuesta favorable del Gobierno. Con el fin de analizar la situación, en Capital Federal se entrevistaron autoridades de las compañías pesqueras con el intendente de Puerto Deseado, Arturo Rodríguez, y con funcionarios nacionales, revelaron fuentes gubernamentales. No obstante, los marineros aún no habían recibido noticias sobre las conclusiones de esa reunión.
El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, cuestionó a los marinos por actuar con “un nivel de violencia inadmisible”, al provocar incendios en cuatro plantas pesqueras de Santa Cruz y ocupar la Municipalidad de Puerto Deseado.
El funcionario indicó que el problema se limita a un reclamo salarial de los trabajadores a las empresas pesqueras, aunque admitió que el Gobierno nacional sigue de cerca el desarrollo del conflicto.
“No fueron buscados”
Por su parte, el ex delegado del sindicato, Daniel Medina, reconoció que los incidentes del último viernes “no fueron buscados”, pero resaltó que el hecho se desencadenó ante la “falta de una propuesta concreta”.
Descartó que los disturbios hayan tenido alguna connotación política, ya que en el momento de los hechos, el presidente Néstor Kirchner y su esposa, Cristina Fernández, se encontraban en la provincia para encabezar un acto.
“Es obvio que muchos van a decir que hay infiltrados, pero los trabajadores no hacen militancia en ningún partido político. Fue algo que no buscamos, somos marineros que nos rompemos el lomo arriba de un barco pesquero", aseguró Medina.
En la misma línea, Paillaqueo afirmó que la protesta “se les fue de las manos, porque eran cinco dirigentes para controlar a 500 trabajadores”.
El episodio ocurrió el viernes, durante una manifestación gremial de los trabajadores, agrupados en un sector disidente del Sindicato de Obreros Marítimos (SOMU). El reclamo de los pescadores mantiene paralizada la actividad desde hace 15 días.
Los marineros reclaman que se los exima del impuesto a las Ganancias y rechazan el convenio colectivo que el gremio madre firmó a nivel nacional con las cámaras pesqueras. (NA)