Buenos Aires.- En una suerte de inversión generacional, Geraldine Chaplin, hija del inolvidable Charles Chaplin, fue la encargada de ponerle voz al filme mudo del canadiense Guy Maddin "Brand Upon The Brain!" en una presentación realizada en el Teatro Coliseo en el marco del Festival de Cine Independiente de Buenos Aires (BAFICI). "Brand Upon the Brain!" (¡Marca en el cerebro!), estrenada en el Festival de Cine de Toronto en setiembre del año pasado, no es una película convencional. Con música en vivo -a cargo de artistas del Teatro Colón, con dirección de Jason Staczek-, rodada en blanco y negro y con una estética que se asemeja mucho al expresionismo alemán, se sirve también de una narradora -en este caso Chaplin-, que va relatando la historia en vivo, una soprano y un equipo de personas a cargo de los efectos sonoros sobre el escenario.
El filme de Maddin, director de "La canción más triste del mundo", entre otras películas, es una memoria en 12 capítulos. El personaje principal, llamado Guy (al igual que el director) regresa a la isla en la que se crió a reunirse con su madre después de más de 30 años sin verla. La historia transcurre mayormente durante la siniestra infancia de Guy en un orfanato dirigido por su despótica madre, donde su padre se dedica a extraerle "néctar" a los niños del cerebro y su hermana adolescente, Sis, vive su despertar sexual de la mano de una joven disfrazada de hombre. Chaplin, quien actuó en numerosas películas como "Doctor Zhivago", "Cría cuervos", de Carlos Saura -de quien fue pareja- y "Hable con ella", de Pedro Almodóvar, cumplió con su papel a la perfección, en una narración llena de matices que, combinada con las imágenes impactantes, casi oníricas, transmitió a los espectadores un amplio abanico de emociones y sentimientos encontrados.
Incluso afrontó con soltura y humor un desperfecto técnico en la primera de las dos funciones, uno de los mayores temores durante una puesta en escena de este tipo. Cuando, por unos minutos, la orquesta y ella se quedaron a oscuras, lo que obligó a detener el filme, Chaplin tranquilizó a los espectadores con una amplia sonrisa y les aseguró que ya estaba por venir la luz.
Maddin, quien confesó que la película cuenta con muchos elementos autobiográficos, afirmó sobre este filme: "es casi imposible volver a la poética de nuestra infancia, pero hay formas, como el profundo poder inescrutable de la música y su lógica para recrear en los filmes esos éxtasis sensoriales, sentimientos de los míticos primeros años de nuestras vidas. ¡Esta es la tarea de una película muda, y esto es lo que mejor hace!". (DPA)