Mucha gente se vuelve diabética y no lo sabe

Para que la población tucumana alcance un buen nivel de salud deberá cambiar hábitos alimentarios y practicar más actividad física, según alertaron desde el Siprosa, al conmemorarse hoy un nuevo aniversario de la fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La directora de Medicina Social, Viviana Crivelli, explicó que en la provincia fue cambiando el perfil epidemiológico y que actualmente predominan las enfermedades crónicas y no transmisibles en relación con las infecto contagiosas, que antes eran más comunes.
El incremento de los males crónicos, como las patologías cardiovasculares, la diabetes y la obesidad se debe, principalmente, al sedentarismo y al consumo de grasas, harinas y azúcar. Crivelli remarcó que el panorama no es alentador, ya que estas enfermedades están entre las que producen la mayor cantidad de muertes.
La especialista explicó que para tener buena calidad de vida, sobre todo aquella gente con enfermedades crónicas -o predisposición a padecerlas-, se debe cuidar que en la alimentación no falten las frutas, ni las verduras. “No consumir con frecuencia sándwiches de milanesa, hamburguesas y papas fritas; hacer ejercicio y dormir entre seis y ocho horas diarias”, recomendó Crivelli. La experta señaló que el índice de obesidad es muy alto en Tucumán, porque se consume mucha harina y azúcar. También se refirió al sedentarismo y remarcó que la gente permanece sentada mucho tiempo frente al televisor.
La diabetes sigue siendo una pandemia creciente y es la cuarta causa de muerte por enfermedad en el mundo. Afecta a más de 240 millones de personas en todo el planeta, y se calcula que afectará a 380 millones para el año 2025. En la Argentina hay más de 2 millones de diabéticos.

Asintomática
Según los expertos, lo más preocupante es que la diabetes tipo II está en aumento entre los niños. No obstante, en la provincia hay un alto porcentaje de enfermos no diagnosticados, porque es una enfermedad asintomática que puede pasar inadvertida durante mucho tiempo.
“Su aparición se ve agravada por la mala alimentación y el sedentarismo. La comida chatarra hace que aumente la prevalencia de diabetes tipo II en los chicos”, alertó la diabetóloga Ana María Tetta Mirabal.
“El mal está en franco ascenso, por nuestro estilo de vida. Los índices de mortalidad por diabetes están subregistrados, porque a veces fallece un paciente por cáncer u otra patología y no se consigna que también era diabético. Por eso se aceleró su deterioro”, manifestó.
La especialista se dedica a tratar, en la Maternidad, a embarazadas con diabetes, dado que existe un grave riesgo para el bebé. Sin embargo, la detección no se practica en la mayoría de los casos, cuando debería ser de rutina la realización del test. “En los últimos años, los ginecólogos han ido tomando más conciencia sobre la necesidad de hacer el test. En la Maternidad, sobre 10.000 partos al año sólo hubo 87 pacientes diagnosticadas en 2004. En 2005 se detectaron 115, y en 2006 fueron 122”, indicó. Según las estadísticas, la cantidad real de casos de diabetes gestacional -en la Maternidad- se ubicaría alrededor de los 500.