¿Mutuo consentimiento?

¿Mutuo consentimiento?

Análisis. Por Miguel Velárdez - Redacción LA GACETA.

02 Marzo 2007
La intendencia y los concejales de la capital ingresaron en un proceso de divorcio político. Por ahora es civilizado, pero cruelmente progresivo. El distanciamiento quedó evidenciado ayer en el recinto, donde Domingo Amaya sólo recibió tibios y obligados aplausos de los ediles del PJ. Inclusive, después del mensaje no hubo brindis con Amaya, como en años anteriores.
Lo que más enfurece a los concejales oficialistas es que el jefe municipal presume con las obras de pavimento, pero al momento de inaugurarlas no les permite subir al palco.
Engreído por su segura postulación a un nuevo mandato, Amaya -con su gabinete- preparan una lista propia de candidatos para el futuro Concejo Deliberante. Esa maniobra electoral despierta los celos, porque los concejales observan cómo los funcionarios de segunda línea despliegan pancartas con su nombre cada vez que se inaugura una obra pública. Ahora tendrán que decidir si van a firmar un divorcio por mutuo consentimiento o si prefieren arriesgarse al divorcio contencioso, donde cada una de las partes intentará hacer valer sus razones.