Gran Hermano crea pleitos y fricciones entre los chicos

Cuando se habla de complot, o en los días en que hay nominaciones o expulsiones en la casa, crece el número de lectores de los diarios y el rating de la televisión se va para arriba.

TENSIONES. Rial comenta para el público las reacciones de los participantes. TENSIONES. Rial comenta para el público las reacciones de los participantes.
02 Marzo 2007
Gran Hermano, el reality show más visto de la Argentina, sólo se alimenta de escándalos, que son su arma más poderosa a la hora de reclutar adeptos. La máxima autoridad de la casa, que sólo se limita a aportar una voz grave y autoritaria, parece ayudar a los participantes y responder a sus consultas. Sin embargo, muy lejos de resultar conciliador, Gran Hermano en realidad se dedica a crear todos los días nuevos pleitos y fricciones entre los chicos.
Esta semana fue la novedad de la supuesta "conspiración" de tres de las participantes contra Marianela, Mariela y Leandro. A partir de las sospechas de la voz de la autoridad, se crearon conflictos y tensiones que se han podido apreciar en la casa durante toda la semana.
Jéssica, Griselda y Nadia, sospechadas de complotar contra sus compañeros, ahora tienen miedo de ser nominadas y la convivencia en la casa es cada vez más conflictiva, especialmente por parte de Nadia, que le declaró la guerra a la tucumana y ahora prácticamente no se hablan. "Prefiero que no hablemos más. No tengo ganas de hablar con vos", le dijo directamente y sin tapujos a Marianela, visiblemente malhumorada por los resultados de las votaciones y por la partida de su amigo Pablo.

"Voicegraph"
Los chicos no saben bien qué postura tomar. Diego, que parece simpatizar con Marianela, dijo en una charla en voz baja con Gabriel y Leandro, que "Nadia dice que le dio una oportunidad y yo no vi que le diera nada, es más, le anda haciendo la guerra. Igual Marianela no quiere dar lástima como ella dice, pero uno se siente en el medio".
Más tarde, y para liberar tensiones, Nadia le confesó a Gran Hermano que ya no la aguanta más y teme reaccionar mal. Por si esto fuera poco y, para desgracia de algunos, llegó a la casa un software de origen australiano denominado "Voicegraph", capaz de medir la veracidad de las palabras de los participantes de acuerdo al tono y volumen de su voz.