La sensualidad del baile atrapó a los más jóvenes

“El tango de está de moda entre los jóvenes”. La afirmación pertenece a la cantante tucumana Ana Vicidómini, quien presentará hoy, a las 21.30, en el Centro Cultural Virla, el espectáculo denominado “Con alma de tango”.
Acompañada por el pianista Oscar Buriek y el bailarín Gerardo Pregot Buriek (ambos también actuarán en el espectáculo junto al bandoneonista Víctor Juárez y el bajista Cristian Isasmendi), la cantante comentó que el tango tiene hoy tanta vigencia como hace 20 años. “A través del baile, este género musical ha conseguido conquistar a las nuevas generaciones. Y eso permitió cambiar el horizonte. El tango dejó de ser un género para personas mayores”, comentó.
Respecto del espectáculo de esta noche, Vicidómini comentó que será bastante particular. “Habrá tangos clásicos y también de los más nuevos. Sobre todo me gustó poder fusionar en este show lo que yo hago sobre el escenario, con el aporte de músicos de primer nivel”, agregó.

Buena música
¿Por qué el tango sigue gozando de buena salud? Según Buriek, todo está en la esencia del género. “La buena música siempre perdura y trasciende. Además es lo que nos identifica en el mundo”, comentó. Claro que, como todo género, ha tenido sus ciclos. “En las décadas en la que el tango tenía mucho auge, eran los jóvenes los que llevaban la bandera del dos por cuatro. Y ahora sucede lo mismo”, dijo. De hecho, Buriek ha dejado de lado por un momento la música académica, para tocar en el espectáculo de esta noche. “La música es una sola. Y hacer tango me ha permitido aumentar mi universo interpretativo, tanto como el jazz o la música académica”, agregó.

La hora de los jóvenes
Pero si a la hora de cantar “Mi Buenos Aires querido” o “Por una cabeza”, son los adultos mayores los que siempre llevan la delantera, en el 2 x 4, la cosa cambia. “Creo que los jóvenes entraron al tango a partir del baile. Descubrieron que esta danza tiene una sensualidad muy particular y que la pasión surge en cada uno de los movimientos”, señaló Pregot Buriek, quien no tiene reparos en admitir que en su casa no se escuchaba tango.
“Mis padres pertenecen a una generación en la que el rock era amo y señor. Yo fui descubriendo el tango a partir de mis abuelos. Al parecer hay en la Argentina una generación entre la de nuestros abuelos y la actual, en la que el tango estuvo bastante parado. Hoy, las cosas son muy distintas y se ven a muchos jóvenes bailando o escuchando tango electrónico”, dijo el bailarín.