SAN PABLO.- La madre de la modelo brasileña Ana Carolina Reston, muerta el martes de anorexia a los 21 años de edad, lanzó un grito de alarma que reabre la polémica sobre la obsesión por adelgazar de las top-models.
"Yo les pido a todas las madres que se ocupen de sus hijas y que no cometan el mismo error que cometí, porque la pérdida es irreparable. Ella me pidió que no la forzara a comer y yo nunca la obligué", declaró Miriam Reston, de 58 años. "Espero que la historia de Ana Carolina sirva de lección a los adolescentes”, dijo la mujer y agregó: "todo el dinero del mundo jamás pagará la vida de un hijo".
De todos modos, Miriam Reston aguarda una toma de conciencia por parte de las agencias de modelos que emplearon a su hija. "Que cada agencia que ha empleado a mi hija se pregunte en su alma y en su conciencia qué podría haber hecho por ella", declaró.
Ana Carolina, modelo desde los 13 años, medía 1,74 m de altura y pesaba solamente 40 kg. Había sido hospitalizada tres semanas atrás por una infección urinaria que derivó en insuficiencia renal y después en una infección generalizada. El 30 de abril, con 46 kilos, había reconocido su obsesión por adelgazar en una entrevista: "yo me encuentro gorda, tengo una imagen deformada de mí misma", declaró. La joven se alimentaba solamente con manzanas y tomates y se negaba a consultar a un psicólogo, a pesar de los constantes pedidos de sus familiares y amigos. (AFP-NA)