CATAMARCA.- Más de dos mil personas marcharon ayer en silencio por el centro para reclamar justicia y repudiaron el asesinato de Rocío Ubilla, de 15 años, que apareció muerta la semana pasada.
La marcha fue encabezada por la madre de la joven, Ivana Ubilla; su padrastro, Miguel Rodas; otros familiares y amigos que vestían remeras blancas con una foto del rostro de la joven estampada y la leyenda "justicia por Rocío". De la manifestación participaron Ada Rizzardo, madre de María Soledad Morales, y Marilyn Varela, una compañera de estudios de la adolescente asesinada en 1990, quien lideró las marchas de silencio en reclamo de justicia hace 16 años.
Ruego de un sacerdote
La columna llegó a la plaza 25 de Mayo, frente a la gobernación y a la Catedral, donde el vicario del obispado, Moisés Pachano, rogó para que el sufrimiento y la muerte de Rocío no sean inútiles. "Que los culpables se arrepientan, confiesen su delito y asuman la pena que merezcan", dijo el sacerdote. Al finalizar la marcha, Ivana Ubilla pidió transparencia y agilidad a la Justicia. Luego, los familiares de Rocío ingresaron algunos minutos a rezar en la Catedral, y a la salida la madre se abrazó largamente con Ada Rizzardo de Morales y estalló en llanto.
Rizzardo dijo que espera que el crimen de la joven se esclarezca pronto. "Que no pasen tantos años como en mi caso (la muerte de María Soledad), en el cual la Justicia dio una respuesta a medias", añadió.
Rocío Ubilla desapareció y fue encontrada una semana después, asesinada, en un descampado próximo a su casa. Por el hecho se encuentra detenido Manuel Páez, un policía vecino de la adolescente. Los peritos informaron que se comprobó que la adolescente murió en el mismo lugar donde fue hallado su cuerpo, pero aún no pudo confirmarse si fue violada.
El subsecretario de Seguridad, Luis Baracat, rechazó, ante consultas de periodistas, que piense renunciar al cargo, como reclaman algunos concejales capitalinos. (DyN)