Dirigida por Alejandro Doria, la película está inspirada en la vida del Padre Mario Pantaleo, un sacerdote italiano radicado en la Argentina, quien diagnosticaba y sanaba enfermedades a través de la imposición de manos.
El filme, protagonizado por Jorge Marrale y Graciela Borges, cuenta cómo el Padre Mario, acompañado siempre por su colaboradora y admiradora Perla, construye la iglesia "Cristo Caminante". El personaje del Padre Mario es un paradigma de solidaridad y de entrega frente al dolor ajeno.
La película de Alejandro Doria -elige a este hombre, nacido en Pistoia en julio de 1915 no sólo para dar cuenta de un itinerario de fe y de curación, sino para caracterizar las conductas dogmáticas y los intereses manipuladores que algunos sectores de la institución eclesiástica manifiestan. Desde este punto de vista, en el relato también se abordan las dificultades que el cura tuvo con las autoridades eclesiásticas, debido a que lo acusaban de curandero por su método de imposición de manos, lo que le trajo varios problemas.