Con un pie en la esquina y otro en el escenario

Es la hora de que el ensayo empiece y no todos los músicos de Malas Lenguas llegaron a la casa de la familia Brandán, en el barrio Lola Mora, donde el grupo pasa largas horas de zapadas y prácticas.
Mientras algunos enchufan y afinan, dos salen en busca de las primeras cervezas. A la vuelta, en contra de una pared oscura, ocho muchachos los detienen, invitan gaseosa, charlan, se ríen y se preparan para el próximo show.
En unos 20 minutos, los dos músicos regresan, con dos botellas frías, y entonados para empezar la sesión que se extenderán por varias horas. Así es, casi siempre, una jornada de Malas Lenguas en el barrio, en el que sólo uno de sus integrantes vive, pero del que todos se sienten parte.
En la otra punta de la capital, en la zona oeste, hace algunos años tres chicos se juntaron a tocar. Dos guitarras criollas, una bastante desafinada, vieja, la otra en buenas condiciones, y un platillo y un redoblante. El pie derecho, contra el piso, hacía las veces de bombo de la banda que ahora se llama Arrabal.
La historia es similar a la de miles de jóvenes argentinos que quieren hacer rock. En este caso, es la anécdota sobre la formación de Arrabal, una de las bandas de la movida barrial que, en menos de un año de existencia, se posicionó en el ambiente a fuerza de música y empuje.
Matías, Marquitos y Leo son esos tres chicos (hoy tienen entre 18 y 24 años) los que jugaban a ser una banda, hasta que con otros amigos la formaron.
"Más allá de que los demás integrantes son de distintas zonas de la ciudad, el espíritu de barrio es el que domina nuestras vidas, y también nuestra música", afirmó Matías, estudiante de Psicología y consejero directivo de la Facultad.
La explicación concuerda con la afirmación de "Bacha" (guitarrista de Malas Lenguas). "La denominación de rock barrial se ajusta a lo que pasa en Buenos Aires, donde por las distancias lo más común es que se junten chicos de la misma zona para armar una banda. Acá no, pero el espíritu y la onda barrial también se vive", dijo este periodista de 23 años.
Malas Lenguas, es, tal vez por la zona en la que ensayan sus miembros, la que tiene una mayor identificación en este sentido. "Los pibes del barrio son parte de la banda. En los ensayos siempre hay por lo menos 15 personas, y son los que después nos ayudan en los recitales, haciendo la seguridad, cargando los equipos con nosotros...", afirmó "el Enano" Pablo, bajista, mecánico y dueño de la casa donde practican.
Es por ello que en esa misma vivienda ensayan otros dos grupos de la movida, que surgieron bajo la protección de Malas Lenguas: Manyines (en la que Pablo es guitarrista) y La Plaga (donde "Petete", el hermano menor del "Enano", toca la batería).
Como todas las bandas, ellos tienen ganas de grabar discos, hacer giras, triunfar. Pero sostienen que lo principal es pasarla bien, divertirse y compartir momentos y música con amigos. "Nuestro secreto es que no nos dejamos presionar por nada. Tomamos a la música con seriedad, pero con alegría. Por eso en los ensayos hay mucha gente, que hace que sean horas muy divertidas y que los problemas que van surgiendo se solucionen con buena onda", dijo "Bacha".

Cuentan sus experiencias diarias de manera directa
Los integrantes de Malas Lenguas asumen las críticas que recibe el estilo de rock que ellos hacen, pero aseguran que partiendo de la conciencia de la situación, esperan poder hacer un aporte más fuerte en algún momento.
"Dicen que los ?stones? no tienen poesía, pero el mensaje es más directo, y habla de lo que le pasa a la gente en los barrios", afirmó el "Enano" Pablo. Pero aclaró, también, que "en algún momento, los que hacían rock tenían que protegerse con poesía, porque si decían las cosas de frente los asesinaban o secuestraban. Son otras realidades, otras formas de vida".
"Bacha", por su parte, aclaró que "ahora lo importante es pasarla bien con tus amigos, y no está la idea de cambiar el mundo. Claro que es un objetivo corto, pero lo que por ahí no decís en una letra lo mostrás con la puesta, con la onda y en la forma en la que te relacionás con el público".
En ese punto intervino "el Cheto", cantante de Malas Lenguas y no muy afecto a las entrevistas. "Buscamos permanentemente madurar, estamos obsesionados con eso, con encontrar la forma de sonar mejor y de ser más claros en el mensaje", dijo. "El Enano", hiperkinético y verborrágico, aclaró que en realidad buscan evolucionar. "Madurar es aprender a soportar el dolor, y ya tenemos suficiente de eso", sentenció.
Para "el Cheto", la poesía y la movida barrial no están divorciadas. "Los Redondos, el Indio Solari, tienen alta poesía y le cantan a los pibes del barrio, y ellos los entienden bien", dijo.

Las bandas florecen en las veredas de la ciudad
En los últimos años, la movida barrial aportó la gran mayoría de las bandas que hoy suenan en las radios del país. Y llegó a Tucumán con fuerza propia.
Hace poco más de tres años empezó a sonar Malas Lenguas, que antes, con otros integrantes, se había llamado La Cheta. A partir de ahí empezaron a florecer grupos del estilo, y a crecer junto con el número de seguidores de cada show. Esta banda es una de las más convocantes de la provincia, y lo demostró en el Pre Cosquín 2005, que ganó gracias al arrollador acompañamiento de su gente. Así, también se ganó el derecho de ser telonera de casi todas las bandas nacionales de esta movida que llegan a Tucumán.
Hoy, las escena del rock barrial tiene, además, a Arrabal, a Manyines y a La Plaga como máximos referentes. Estas dos últimas comparten músicos, sala de ensayo y sentimientos barriales con Malas Lenguas. "Manyines tiene más de dos años y es una historia que armamos con los chicos del barrio y con mi hermano Pablo (bajista de Malas Lenguas). Es una banda más colgada, no tan de rocanrol", dijo el baterista Ernesto, con 17 años recién cumplidos. El toca también en La Plaga, con amigos del ambiente rockero, y ahí si lo que hacen es puro rocanrol, con muchos homenajes a los Rolling Stones.
"Lo mejor es ensayar, tocar, divertirnos y grabar todo lo que hacemos para escucharnos", dijo Ernesto.
"Están apareciendo muchas bandas, que todavía no salen a tocar, pero que ya darán noticias. En cada barrio hay por lo menos una, y también en el interior", afirmó "el Cheto", cantante de Malas Lenguas. Entre las que esperan la señal de largada figuran, por ejemplo, La Psicodélica y La Oculta.

Todos los estilos hacen referencia a sus lugares
El rock barrial no es exclusivamente "stone", y prueba de ello es el inolvidable "Blues del Barrio Oeste II", de Los Peces Gordos, o los guiños que por diferentes razones tienen otros grupos, como Luzbel, Mayday o B-19, por citar sólo algunos.
Luzbel es una banda que muta permanentemente en su sonido, y pasó del rock latino, hermanado al reggae y el ska, a un rock indie o alternativo con roces de pop, electrónica y otros estilos. Pero más allá de los ritmos, la temática de sus letras suele abordar vivencias propias de la vida barrial.
"La noche del centro, como las historias de barrio, tienen imágenes muy lindas para ser contadas; apuntan casi a lo mismo, con situaciones que enganchan", dijo Vladimiro Diéguez, cantante de Luzbel.
En su primer disco, "Nueve veces nueve", las referencias a lo barrial fueron tan directas, que ese álbum estuvo a punto de llamarse "Sinfobarrial".
"La proyección musical tal vez va por otro lado, pero en las letras se mantiene la referencia al barrio", señaló Vladimiro, cuando se le preguntó por la supuesta propiedad de la movida "stone" o "chabona" sobre esta temática. Luzbel está trabajando en su segundo disco, que se llamará "Intelligent chabón".

El "rocanrol" quedó golpeado por la tragedia
En la noche del 30 de diciembre de 2004 la tragedia se posó sobre el rock como nunca antes, y fue el "rocanrol" el estilo que más lo sufrió. Cromagnon era, especialmente, un lugar para esta movida, y fue Callejeros, banda referente del estilo, la que actuaba cuando murieron 194 personas. "No fue culpa de Callejeros ni de la gente. Es la corrupción, la locura que hay la que causó todo esto", se limitó a decir "el Enano" Pablo. La tragedia de Cromagnon llevó a las autoridades de todo el país a clausurar locales y a imponer medidas de seguridad más firmes. En abril, Callejeros estuvo a punto de hacer su regreso a los escenarios en Tucumán, pero el gobernador José Alperovich lo impidió por razones de seguridad, dijo.

Confirmaron que el jueves actuará La 25 en el club Villa Luján
La tercera es la vencida. Al menos es lo que dice el refrán, y lo que los fanáticos "stones" esperan. Sucede que se anunció la actuación de La 25 para el jueves, en el club Villa Luján, y ya se cancelaron dos shows de esta banda en Tucumán, por diferentes motivos. Pero ahora tiene armada una gira por el NOA, que hará difícil una nueva suspensión porque los compromisos asumidos por la banda son más importantes, dijeron los organizadores. Como teloneros, actuarán Malas Lenguas y Arrabal. La 25, banda formada en 1998, presentará temas de "Un mundo perfecto", el disco que editará próximamente. Las entradas anticipadas pueden conseguirse a $ 15 en Draco (Córdoba 475).

Diferencias que se borran
"Al principio no nos querían mucho, pero creo que ahora está todo más tranquilo", señaló "El Cheto", cantante de Malas Lenguas, al referirse a la marginación que vivió la banda en sus inicios, por parte del resto de la escena rockera local. "Hay mucha buena onda, y no sólo con las bandas barriales. Entre todos armamos recitales, nos prestamos baterías y equipos... está todo bien", dijo Matías, guitarrista de Arrabal. El rock barrial o "stone" es tratado despectivamente en casi todo el país por críticos y músicos, pero gradualmente las diferencias van borrándose. "Cada uno tiene que hacer la suya sin molestar a nadie, y si se puede trabajar en conjunto, mejor", comentó "Bacha". Y en ese camino, las bandas "stones" van ganando amigos y perdiendo detractores, a fuerza de voluntad y preocupación por hacer bien sus cosas.

Los Tipitos presentan su nuevo disco en el colegio Santa Catalina
El jueves, la banda Los Tipitos presentará su disco "Tipitorex vivo" en el colegio Santa Catalina. La cartelera barrial continúa el viernes en Tequila (avenida Sáenz Peña 147), con la presentación de Arrabal, que está difundiendo su primer material registrado.