
PASEO. Manrique, Mónaco, García y Gómez caminan por Rafaela.(LA GACETA/Héctor Peralta)

- En lo personal, ¿este partido tiene algo especial?
- En Sunchales tengo muchos amigos. No se puede borrar fácilmente los seis años que viví defendiendo la camiseta de Unión. Pero mi presente es Atlético y trataré de exigirme al máximo para poder tener la continuidad que todo futbolista pretende.
- ¿Fue grande el cambio?
- La vidriera futbolística que uno tiene en Atlético no es fácil conseguirla en otros clubes del interior del país. A mí me encantaba ir a jugar a Tucumán, para poder hacerlo con 20.000 personas en el Monumental en contra, y ahora esa multitud alienta a mi equipo. En Sunchales , por ejemplo, es imposible imaginar que 200 hinchas vayan a un entrenamiento, como sucede en Tucumán, para apoyar al plantel.
-¿Cómo es el vínculo con Atlético?
- Por una temporada. Pero si logramos el ascenso, podría renovarse el vínculo. Soy un tipo optimista. Llegué a Atlético para quedarme mucho tiempo.
- Esta vez va a tener una hinchada muy especial. ¿Quiénes lo acompañarán?
- Mi familia vive en Plaza Clucella, a 95 kilómetros de Sunchales y van a viajar para verme. Mi madre, María del Carmen; mi abuelo Máximo y mis primos estarán en el estadio. Sé que no será una situación fácil para ellos, porque antes iban a alentarme cuando vestía la camiseta de Unión y ahora deberán hacer fuerza por el equipo adversario. Pero ellos son de fierro y siempre estarán conmigo, más allá de la camiseta que me toque vestir.
El plantel esperó el cotejo entre mates y elogios para "Manu"
El plantel de Atlético no es indiferente al Mundial de basquetbol. Los jugadores se quedaron frente al televisor viendo la repetición del partido entre Argentina y Nueva Zelanda cuando bajaron a desayunar. Manuel García, Hernán Manrique y Cristian Torres, los primeros en dejar las habitaciones y llegar a la planta baja del hotel, se ubicaron frente a un televisor de 29 pulgadas. Mientras saboreaban unos mates, elogiaron las tareas que cumplieron Emanuel Ginóbili y Fabricio Oberto. "?Manu? es un monstruo. Es el Maradona del basquetbol. Gracias a Dios que es argentino", comentó Manrique. Luego se unieron a la rueda Salvador Felipe Mónaco y Facundo Gareca, un matero de la primera hora.
La charla fue interrumpida por el delantero Marclay, que está jugando en Atlético Rafaela y pasó a saludar a Torres, a quien tuvo como compañero en Quilmes.
A las 13 se sirvió el almuerzo, que consistió en dos porciones de pizza como primer plato. Luego comieron arroz con pollo, mientras que helado o ensalada de frutas fue el postre.
Tras la siesta, los jugadores salieron a caminar. "No se justifica realizar otra tarea ante la proximidad del partido", comentó el profesor Juan Carlos Litterio.
También fue tranquila la antesala vivida por el dueño de casa. Los dirigidos por Miguel Isabella trabajaron en un campo auxiliar del estadio de avenida Belgrano 950 de la ciudad de Sunchales. La sesión estuvo centrada en tareas recreativas sin mayores esfuerzos. El entrenador, que alguna vez trabajó en las inferiores de Boca Juniors, tiene muchos inconvenientes para formar el equipo debido a la cantidad de lesiones y suspensiones. Los 16 elegidos por Isabella quedaron concentrados en el Hostal del Parque.
Zerrizuela está entre la espada y la pared
Cuesta imaginarse a Juan Marcelo Zerrizuela luciendo una camiseta que no sea la "albiceleste". Mucho más extraño resulta pensar que hoy estará en la otra vereda, cuando Unión Sunchales reciba a Atlético.
No fue una semana común la que vivió "La Iguana" en esta tranquila ciudad santafesina, donde reside desde hace 45 días. Admite que hubo noches en las que no pudo dormir. "Nunca pensé que podía estar en esta situación. Me cuesta aceptar que voy a enfrentar a Atlético", afirmó.
- Se lo nota algo triste...
- Naturalmente. Trato de imaginarme cómo será enfrentar a un jugador que defiende la camiseta de mi querido club. Pero más allá de los sentimientos que me embargan, trataré de dejar todo en el campo de juego.
- ¿Por algo en especial?
- Quiero demostrar que puedo volver a jugar en Atlético. Esa es mi meta. Si tengo la posibilidad de hacer un gol no pienso gritarlo, por respeto a la gente que me dio su cariño, pero trataré de ganar por aquellos que confiaron en mí.
- Cambió una ciudad que vive el fútbol con mucha pasión por otra que es la contracara.
- Es verdad. Acá en Sunchales la gente vive la pasión del fútbol sólo cuando viene al estadio. A pesar de que se apenaron cuando perdimos con La Florida, lo tomaron como una de las alternativas que tiene este juego. Vengo de un equipo que juega cada partido como una final. Entonces, cuesta acostumbrarse al cambio.
- ¿Está en contactos con los viejos compañeros?
- Con Fernando Robles nos hablamos por telefóno casi todos los días. Con él me une una amistad que va más allá del fútbol. El otro día hablé con Héctor López, para alentarlo por la lesión que sufrió. Me imagino la bronca que debe tener. Además, "Popó" Taberna se encarga de contarme todo lo que ocurre en Tucumán. Estoy bien informado.
- ¿Quiere dejarle un mensaje al hincha de Atlético?
- Que sepan que deseo que el equipo pueda lograr el ansiado ascenso, y que estoy trabajando para volver muy pronto a mi casa, que será siempre Atlético.







