25 Agosto 2006
ASOMBRO. El escritor tuvo que desechar anécdotas de Tucumán. LA GACETA / ANALIA JARAMILLO
“Fue un despilfarro; me encontré con demasiadas cosas que tuve que desechar”. La reflexión resume la sensación que impregnó al escritor y periodista Martín Caparrós luego de su paso por Tucumán, en el afán de recrear las distintas realidades provinciales en su último libro, titulado “El Interior”.
A través de sus páginas, Caparrós acerca a los lectores su visión sobre la vida y los modos en cada rincón del país. “Muchos de los personajes más fuertes que aparecen en el libro son de Tucumán”, sostiene; e inmediatamente recuerda la sorpresa que le causó el intendente de Famaillá, José Orellana.
“Hizo una pintura magistral sobre cómo funciona el clientelismo. Con un desparpajo extraordinario, contó sus relaciones privilegiadas con el gobernador. No sé si es algo que al gobernador le molestará, pero contó cómo entra a la Casa de Gobierno y puede decir ‘háganme tal cosa porque José lo dijo’. Si fuera gobernador, me importaría que se dijera eso de mí en un libro”, asevera.
Paradojas
“Lo paradójico es que en un país en donde el Estado se redujo a su máxima expresión, a la vez amplió mucho su poder: hay más ciudadanos que dependen del Estado para comer”, dice para sintetizar la realidad política del país que recorrió.
A través de sus páginas, Caparrós acerca a los lectores su visión sobre la vida y los modos en cada rincón del país. “Muchos de los personajes más fuertes que aparecen en el libro son de Tucumán”, sostiene; e inmediatamente recuerda la sorpresa que le causó el intendente de Famaillá, José Orellana.
“Hizo una pintura magistral sobre cómo funciona el clientelismo. Con un desparpajo extraordinario, contó sus relaciones privilegiadas con el gobernador. No sé si es algo que al gobernador le molestará, pero contó cómo entra a la Casa de Gobierno y puede decir ‘háganme tal cosa porque José lo dijo’. Si fuera gobernador, me importaría que se dijera eso de mí en un libro”, asevera.
Paradojas
“Lo paradójico es que en un país en donde el Estado se redujo a su máxima expresión, a la vez amplió mucho su poder: hay más ciudadanos que dependen del Estado para comer”, dice para sintetizar la realidad política del país que recorrió.
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