El pucho pierde la guerra en Tucumán

El Gobierno, y muy especialmente las autoridades sanitarias, están de festejo. Hoy hace un mes que rige en Tucumán la ley provincial que prohíbe fumar en todos los lugares cerrados de uso público (oficiales y privados), y la primera evaluación del cumplimiento de la norma arrojó resultados halagüeños. La ley se cumple y se distribuyeron gratis más de 40.000 carteles que rezan “Prohibido fumar-ley Nº 7.575-IPLA”, y lo siguen reclamando verdulerías, farmacias, peluquerías, mercaditos y hasta fábricas privadas, según informó Alejandra Risso Patrón, directora del IPLA (Instituto Provincial de Lucha contra el Alcoholismo), que también controla el cumplimiento de la ley antitabaco. Esta funcionaria y la neumonóloga Ana María Stok, coordinadora del Programa Provincial contra el Tabaquismo, destacaron que la misma gente cumple y hace cumplir la ley.
Una prueba de esa situación fueron las sólo 25 infracciones que el IPLA realizó en un mes en toda la provincia (20 en la capital y cinco en el interior), debido al apoyo de los propietarios de bares, confiterías, restaurantes, comercios, supermercados, estaciones de servicio, y otros negocios. “Con excepción de un local, que incurrió en la segunda infracción y tuvo que pagar $1.000 de multa, los 24 restantes recibieron apercibimiento”, detalló a LA GACETA Risso Patrón. Recordó que la multa para la tercera infracción es de $ 2.500 y para la cuarta de $ 5.000.
La funcionaria dijo que no recibió quejas del sector privado, pero muchos empleados estatales denunciaron que seguían fumando en las oficinas. Cada organismo recibió una nota del IPLA.

“Perdimos clientes”
Mientras las autoridades festejan, el presidente de la Cámara de Discotecas, Rodolfo Di Pinto, se lamenta porque los boliches tienen menos clientes. “Con el tope de horario-a las 4- cayó un 55% de público, y con la prohibición de fumar bajó otro 5%: perdimos un 60% de clientes. Algunos locales que tenían un lote al lado abrieron una puerta y crearon un espacio al aire libre. Y en los que no tienen esa posibilidad, la gente sale a la calle a fumar”, remarcó Di Pinto.
Apuntó que las fiestas privadas comienzan a las 4 y que en ellas todo está permitido: fumar, beber alcohol, el ingreso de menores y bailar hasta las 8 de la mañana. “Estas que funcionan por izquierda nos quitaron clientela, y nosotros que hacemos respetar la ley salimos perdiendo”, advirtió
El abogado de los bolicheros, Diego Piedrabuena, coincidió con Di Pinto al precisar que en Córdoba no se prohibió fumar en los boliches y que, en Buenos Aires, todos los locales están autorizados a tener un espacio cerrado, con extractor de aire conectado directamente al exterior y que no sea de tránsito obligatorio para los no fumadores. En este sentido, dijeron que la norma tucumana es mucho más rígida.
En opinión de Piedrabuena y de la médica Stok, se está acatando una medida difícil. En lugares con 1.000 o más personas, por ejemplo, si uno enciende un cigarrillo en el tumulto, la misma gente lo obliga a apagarlo, según comentaron.




INICIARAN TALLERES de capacitación en el Centro de Salud -a través de la dirección de Medicina Social del Siprosa. Estarán destinados a los médicos y demás personal de la salud que deseen perfeccionarse para trabajar en los consultorios de cesación de tabaquismo, que se abrirán en todos los hospitales del interior. La neumonóloga Ana María Stok dijo que hacen falta consultorios para atender la demanda provincial.

LA CONCIENTIZACION de la gente sobre los daños que produce el cigarrillo fue calificada de “muy positiva” por los médicos. Si la población sigue así, estiman que no harán falta policías ni inspectores, porque la gente exigirá  el cumplimiento de la ley.

NADIE SE SINTIO DISCRIMINADO por el hecho de pertenecer al grupo de fumadores. Al menos ni el IPLA ni los médicos recibieron quejas en este sentido. Los funcionarios y las autoridades sanitarias están convencidos de que la comunidad se encargará de vigilar la salud de todos.