El terror como disparador del cuestionamiento moral

Emily Rose (Jennifer Carpenter) deja su pacífico hogar rural para ir a la universidad, sin la menor sospecha de lo que le espera. Una noche, sola en su dormitorio, sufre la primera "alucinación" y pérdida de conocimiento aterradoras.
Puesto que los ataques son cada vez más frecuentes e intensos, Emily, una joven católica devota, decide someterse a un exorcismo dirigido por el cura de su parroquia, el padre Richard Moore (Tom Wilkinson). Previamente, un neurólogo le había diagnosticado epilepsia, pero ella no estaba convencida de ello.
Pero durante el aterrador exorcismo ella muere, y acusan al sacerdote de homicidio negligente. Erin Bruner (Laura Linney), es una sobresaliente abogada defensora, que acepta de mala gana representar al padre Moore a cambio de la seguridad de un contrato con su bufete de abogados.
A medida que el juicio avanza, el cinismo y el ateísmo de Erin se tambalean debido a la fe inquebrantable del padre Moore y a los hechos, espeluznantes e inexplicables, que rodean el caso.

Innovaciones cautivantes
La película cuenta con varias innovaciones, especialmente en los efectos especiales. Por ejemplo, se usó maquillaje de seguimiento de efectos visuales en situaciones en las que normalmente se utilizarían prótesis. Esta técnica ahorra mucho tiempo en favor del talento y la producción.
"La ventaja de poder utilizar flashbacks durante las escenas judiciales para ofrecer diversas perspectivas sobre la posesión y el exorcismo de Emily Rose permite al público formarse una opinión propia acerca de lo que realmente cree que ha ocurrido", explicó el director y coguionista Scott Derrickson.
Además de captar el interés del público, la estructura del relato permite a los personajes cuestionarse su propio sistema de creencias.
"Erin, el personaje de Laura Linney, experimenta muchos desafíos en su forma de ver el mundo, lo que le hace comenzar a cuestionarse el tipo de preguntas que la religión y una visión espiritual del mundo provocan en nosotros. ¿Cuáles son las formas éticas de vivir en el mundo, de tomar decisiones, de tratar con el prójimo?", interroga el productor y coguionista Paul Harris Boardman.
Derrickson vuelve sobre el asunto para sostener que "en esta película se exponen dos puntos de vista y el debate que sigue es verdaderamente fascinante," afirma el productor Tripp Vinson. "Es un debate que continúa desde los orígenes de la humanidad. ¿En qué creemos y qué podemos demostrar exactamente?".