05 Agosto 2002 Seguir en 
TRAYECTORIA. A pesar de tener sólo 24 años, Dolores ya ha mostrado sus virtudes en el cine y en la TV.
Buenos Aires.- Una mujer madura y una actriz segura de lo que hace se esconden detrás del rostro frágil y la mirada aniñada de la ascendente Dolores Fonzi. Y lo demuestra en su primer papel protagónico en cine en "Caja negra", opera prima de Luis Ortega que se estrena el jueves próximo, en la que encarna a una joven que se desvive por reunir y hacer feliz a su familia.
"Para mí fue una experiencia única", dijo la actriz, todavía sensibilizada por la impresión que le provocó haber vivido este drama emotivo que la tiene como protagonista y que, tal como ella misma admitió, "precisa que te dejés capturar y atravesar por todo lo que sucede".
El proceso de creación
"Hay algo superior que condujo todo el proceso de creación y de filmación. Es como si algo hubiese estado funcionando desde antes y nosotros únicamente nos hubiéramos unido a eso para registrarlo y mostrárselo a los demás", señaló la joven.
La película de Luis Ortega, uno de los hijos del cantante y político Ramón "Palito" Ortega, es una rara avis dentro del panorama actual del cine argentino; ya ganó el premio especial del jurado en el último Festival de Mar del Plata y participará en setiembre en el Festival de San Sebastián.
Se trata de un sensible relato sobre la incomunicación y la necesidad de afecto en el que la joven intérprete compartió cartel con Edgardo Couget, un hombre de la calle que encarnó a su padre en la ficción, y Eugenia Bassi, una inmigrante genovesa que tenía 100 años cuando se realizó el rodaje y falleció pocos días después. "En Francia, cuando la película estuvo en el Festival de Cine de Tolouse, dijeron que mi personaje era la verdadera ?Amelie? y en Buenos Aires alguien dijo que era como un E.T. en San Telmo", dijo Fonzi.
Con 24 años recién cumplidos, la actriz trabajó en teatro y televisión -donde debutó a los 17 años en "La nena" y brilló luego en "El sodero de mi vida"- y fue dirigida por Marcelo Piñeyro en "Plata quemada", Daniel Burman en "Esperando al Mesías", Fito Páez en "Vidas privadas" y Eliseo Subiela. (TELAM)
"Para mí fue una experiencia única", dijo la actriz, todavía sensibilizada por la impresión que le provocó haber vivido este drama emotivo que la tiene como protagonista y que, tal como ella misma admitió, "precisa que te dejés capturar y atravesar por todo lo que sucede".
El proceso de creación
"Hay algo superior que condujo todo el proceso de creación y de filmación. Es como si algo hubiese estado funcionando desde antes y nosotros únicamente nos hubiéramos unido a eso para registrarlo y mostrárselo a los demás", señaló la joven.
La película de Luis Ortega, uno de los hijos del cantante y político Ramón "Palito" Ortega, es una rara avis dentro del panorama actual del cine argentino; ya ganó el premio especial del jurado en el último Festival de Mar del Plata y participará en setiembre en el Festival de San Sebastián.
Se trata de un sensible relato sobre la incomunicación y la necesidad de afecto en el que la joven intérprete compartió cartel con Edgardo Couget, un hombre de la calle que encarnó a su padre en la ficción, y Eugenia Bassi, una inmigrante genovesa que tenía 100 años cuando se realizó el rodaje y falleció pocos días después. "En Francia, cuando la película estuvo en el Festival de Cine de Tolouse, dijeron que mi personaje era la verdadera ?Amelie? y en Buenos Aires alguien dijo que era como un E.T. en San Telmo", dijo Fonzi.
Con 24 años recién cumplidos, la actriz trabajó en teatro y televisión -donde debutó a los 17 años en "La nena" y brilló luego en "El sodero de mi vida"- y fue dirigida por Marcelo Piñeyro en "Plata quemada", Daniel Burman en "Esperando al Mesías", Fito Páez en "Vidas privadas" y Eliseo Subiela. (TELAM)
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