No suele usarse ni siquiera anestesia local. Para concretar la perforación bastan una aguja y un catéter. Luego, se introduce el aro. El paciente debe esperar unos 30 días para la cicatrización. Pero, en pocos minutos, ya está listo para exhibir la pieza de ornamentación.
La práctica, conocida como piercing y que cada día gana más adeptos entre los adolescentes, se presenta como una intervención sencilla, según explica el experto en perforaciones César Lazarte. Sin embargo, para especialistas de la salud se trata de una actividad altamente riesgosa y, por eso, requiere condiciones especiales de aplicación.
La Legislatura aprobó una polémica ley ayer, que intenta sintonizar con las costumbres juveniles y que reglamenta el funcionamiento de los locales dedicados a colocar aros, adornos en el cuerpo, tatuajes y microcoloración.
La normativa contempla un aspecto central: establece que los menores de edad necesitarán una autorización de sus padres antes de solicitar un piercing o un tatuaje. También se exigirá una licencia habilitante para quienes se dediquen a la actividad.
Quienes se dediquen al tatuaje y al piercing deberán contar con la autorización del Siprosa para poder funcionar. Para acceder a este beneficio, habrá que participar de cursos de adiestramiento o de capacitación, los que deberán ser actualizados cada dos años.
Las pautas aprobadas deberán ser reglamentadas por el Poder Ejecutivo en un plazo de 90 días a partir de su promulgación, para su posterior entrada en vigencia.
El debate de la norma generó una polémica entre legisladores. Alejandro Sangenis (Movimiento Tres Banderas) y Rodolfo Danesi (Ciudadanos Independientes) votaron en contra del proyecto impulsado por Alberto Leal (PJ), Ramón Graneros ( Participación Cívica) y Nélida López (Fuerza Republicana).
Los opositores advirtieron que se estaban violentando leyes nacionales, que imponen el control y la supervisión de un profesional médico, en todas las prácticas en las que se realice una invasión del cuerpo humano. Con esto también coincidió el doctor Guillermo Alonso, jefe del Servicio de Acupuntura del Hospital Avellaneda. "El Siprosa no puede habilitar a quienes realizan piercing porque en la ley nacional no figuran estos como profesionales de la salud. Lo que se aprobó ayer es inviable porque avanza sobre las normas nacionales", explicó.
El médico consideró que la ley lo que hace es dar vía libre a una práctica de alto riesgo. "La infección no es el único peligro de los piercings. También se perforan cartílagos, por lo que esto lo debe hacer un profesional de la salud, que, además, después pueda responder ante un caso de mala praxis. Tampoco hay quién controle los materiales que se usan", dijo.
Por su parte, Lazarte, que realiza piercing hace más de 10 años sostiene que no hace falta ser médico para perforar. "Aquí se sabe quién trabaja bien. Nuestra publicidad es de boca en boca. Los clientes se preocupan por la seguridad y por la higiene", dijo.
Discusión y excepciones
"Si hubiéramos decidido que los médicos debían hacer los piercings, iba a ser una ley muerta, porque estos no van a dedicarse a las perforaciones y tampoco van a desaparecer los que las hacen sin ser profesionales", apuntó la legisladora Beatriz Avila (PJ). La discusión parlamentaria derivó en la exclusión del ámbito de aplicación de la ley a las prácticas consideradas procedimientos médicos. También se exceptuó la perforación del lóbulo de la oreja. Estas técnicas sólo podrán hacerse en centros sanitarios.
LOS PUNTOS DE LA LEYHABILITACION.- Sólo podrán realizar tatuajes en el cuerpo o colocar piercing en piel o en mucosas quienes estén habilitados y capacitados por el Siprosa.
CONFORMIDAD.- Para tatuarse o colocarse piercing, los mayores de edad tendrán que manifestar en forma expresa e inequívoca su conformidad con esa práctica.
AUTORIZACION.- Los menores deberán contar el consentimiento expreso de sus padres o tutores. La autorización podrá otorgarse en forma personal, por escrito, con firma certificada por un escribano o por la Policía.
INFORMACION.- Quienes se sometan a estas prácticas deberán ser informados de los riesgos para la salud que acarrean las técnicas usadas y de los cuidados que deben tener.
LOCALES.- Queda prohibido realizar tatuajes o colocar piercing en la calle, al aire libre o en locales no habilitados.
LOS GRANDES "Se debe supervisar la actividad. Los que hacen los piercings deben capacitarse". Roberto Ledesma, 44 años.
"Sera otra ley inútil porque después no habrá quién salga a controlar a los ilegales". Carlos Ocampo, 66 años.
"Con la autorización, nos obligará a los padres a intervenir y aconsejar a los hijos". Roxana Robles, 35 años.
"Es una ley a favor de los ilegales y en contra de la salud de miles de adolescentes".Víctor Romano, 51 años.
LOS JOVENES"Está bien que se haya legalizado la actividad. Debe haber un control. Se corren riesgos". Germán González, 21 años.
"Cada uno debe hacer lo que quiere y los padres tienen que aceptar las modas". Gustavo Alderete, 15 años.
"El tema del permiso nos perjudica. A veces te lo hacés igual y lo terminan aceptando". Julián Silvera, 16 años.
"No puede hacer cualquiera el piercing. Deben ser médicos, que conocen el cuerpo". Veronica Funes, 23 años.