03 Octubre 2005 Seguir en 
POLVO BLANCO. Cada vez hay más consumo de cocaína y los indicios de que se estaría fabricando en Tucumán alertan sobre el creciente tráfico. LA GACETA
En lo que va de 2005 ya se secuestró el triple de estupefacientes que lo incautado el año pasado. Las razones para que los traficantes estén trabajando en la provincia.
Se le llama cocina, pero tiene poco que ver con el arte culinario. A pesar de ser el ambiente ideal de chefs y gourmets, en este caso, cuanto menos se sepa donde está, mejor. En Tucumán, según distintas fuentes consultadas por LA GACETA, hay al menos tres, una de ellas, móvil. En la provincia, en consecuencia, estarían "cocinando" cocaína.
En lo que va de 2005, las fuerzas de seguridad de todo el país ya triplicaron los secuestros de droga con respecto a lo sucedido en 2004. Entre las razones para explicar este fenómeno puede indicarse la mayor producción de hojas de coca, tanto en Bolivia como en Perú, y el resurgimiento de redes de narcotraficantes internacionales.
El hecho de que muchos delincuentes hayan decidido comenzar a elaborar la cocaína en Argentina (sobre todo en Jujuy, Salta y Tucumán) derivó en una rápida jugada del Congreso nacional, donde se creó un registro para quienes venden precursores químicos primordiales para la producción de la droga. Esto fue luego de un relevamiento realizado por la Secretaría de Prevención y Lucha contra el Narcotráfico. No hace mucho, el 26 de noviembre del año pasado, en Las Talitas, se encontró a un ciudadano bosnio estirando nueve kilos de pasta base de cocaína, que podrían convertirse en un cargamento de casi 35 kilos de "blanca". Según cifras oficiales, hasta mediados de setiembre, en todo el país, se secuestraron más de 3.200 kilos de cocaína, mientras que en todo 2004, la cifra fue de 3.048 kilos.
¿Qué pasa en Tucumán? LA GACETA consultó con fuentes de la Dirección de Drogas Peligrosas de la Policía provincial, de Gendarmería Nacional y de la Policía Federal. En todos los casos se dio por cierto que habría productores de cocaína en la provincia. "La gran concentración de gente, el hacinamiento en zonas humildes y la facilidad para obtener la materia prima hacen de Tucumán una de las provincias en las que hay más posibilidades de montar una ?cocina? y de pasar inadvertidos", dijo uno de los consultados. Hace dos meses, en Buenos Aires, la Policía arrestó a una banda de narcotraficantes en el momento en que estiraban cocaína. Dos de ellos eran tucumanos.
Difícil investigación
Los investigadores advierten que es muy difícil realizar grandes pesquisas, sobre todo porque son caras. Además de un trabajo, a veces de meses, siguiendo una pista, se debe confiar en los informantes, y esperar que el Juzgado Federal advierta que hay elementos suficientes como para otorgar las órdenes de allanamiento y detención necesarias. Un factor que todos reconocen como fundamental también es la suerte. La mayoría de los grandes operativos debe contar con una pizca de buena fortuna.
El comisario Mario Rojas, jefe de la Digedrop, indicó que, a esta altura del año, ya se secuestró más cantidad de droga que durante el año pasado. Para su repartición, los procedimientos más importantes fueron el decomiso de 20 kilos de marihuana en El Corte (Yerba Buena) y otros dos en Amaicha del Valle -todos de una misma organización-, y los 24 kilos de cocaína que secuestraron desde un colectivo al que interceptaron en Cabo Vallejo, antes del límite con Salta. "El incremento de ingreso de droga es a nivel general, en todo el país; pero en la provincia, por ser zona de paso, se advierte más", indicó Rojas.
Las causas
En ese sentido, tampoco deja de notarse el incremento de pasta base, la que es estirada hasta que se convierte en cocaína. Gendarmería Nacional, este año, secuestró en Trancas más de 20 kilos de pasta base, que un hombre llevaba escondida en el doble fondo de su camioneta.
Actualmente, habría al menos dos investigaciones en Tucumán para tratar de determinar los lugares, en la provincia, en los que se estaría cocinando la "cocaína", que luego es derivada al principal centro de distribución, Buenos Aires, y desde allí a Europa y a Estados Unidos.
Se le llama cocina, pero tiene poco que ver con el arte culinario. A pesar de ser el ambiente ideal de chefs y gourmets, en este caso, cuanto menos se sepa donde está, mejor. En Tucumán, según distintas fuentes consultadas por LA GACETA, hay al menos tres, una de ellas, móvil. En la provincia, en consecuencia, estarían "cocinando" cocaína.
En lo que va de 2005, las fuerzas de seguridad de todo el país ya triplicaron los secuestros de droga con respecto a lo sucedido en 2004. Entre las razones para explicar este fenómeno puede indicarse la mayor producción de hojas de coca, tanto en Bolivia como en Perú, y el resurgimiento de redes de narcotraficantes internacionales.
El hecho de que muchos delincuentes hayan decidido comenzar a elaborar la cocaína en Argentina (sobre todo en Jujuy, Salta y Tucumán) derivó en una rápida jugada del Congreso nacional, donde se creó un registro para quienes venden precursores químicos primordiales para la producción de la droga. Esto fue luego de un relevamiento realizado por la Secretaría de Prevención y Lucha contra el Narcotráfico. No hace mucho, el 26 de noviembre del año pasado, en Las Talitas, se encontró a un ciudadano bosnio estirando nueve kilos de pasta base de cocaína, que podrían convertirse en un cargamento de casi 35 kilos de "blanca". Según cifras oficiales, hasta mediados de setiembre, en todo el país, se secuestraron más de 3.200 kilos de cocaína, mientras que en todo 2004, la cifra fue de 3.048 kilos.
¿Qué pasa en Tucumán? LA GACETA consultó con fuentes de la Dirección de Drogas Peligrosas de la Policía provincial, de Gendarmería Nacional y de la Policía Federal. En todos los casos se dio por cierto que habría productores de cocaína en la provincia. "La gran concentración de gente, el hacinamiento en zonas humildes y la facilidad para obtener la materia prima hacen de Tucumán una de las provincias en las que hay más posibilidades de montar una ?cocina? y de pasar inadvertidos", dijo uno de los consultados. Hace dos meses, en Buenos Aires, la Policía arrestó a una banda de narcotraficantes en el momento en que estiraban cocaína. Dos de ellos eran tucumanos.
Difícil investigación
Los investigadores advierten que es muy difícil realizar grandes pesquisas, sobre todo porque son caras. Además de un trabajo, a veces de meses, siguiendo una pista, se debe confiar en los informantes, y esperar que el Juzgado Federal advierta que hay elementos suficientes como para otorgar las órdenes de allanamiento y detención necesarias. Un factor que todos reconocen como fundamental también es la suerte. La mayoría de los grandes operativos debe contar con una pizca de buena fortuna.
El comisario Mario Rojas, jefe de la Digedrop, indicó que, a esta altura del año, ya se secuestró más cantidad de droga que durante el año pasado. Para su repartición, los procedimientos más importantes fueron el decomiso de 20 kilos de marihuana en El Corte (Yerba Buena) y otros dos en Amaicha del Valle -todos de una misma organización-, y los 24 kilos de cocaína que secuestraron desde un colectivo al que interceptaron en Cabo Vallejo, antes del límite con Salta. "El incremento de ingreso de droga es a nivel general, en todo el país; pero en la provincia, por ser zona de paso, se advierte más", indicó Rojas.
Las causas
En ese sentido, tampoco deja de notarse el incremento de pasta base, la que es estirada hasta que se convierte en cocaína. Gendarmería Nacional, este año, secuestró en Trancas más de 20 kilos de pasta base, que un hombre llevaba escondida en el doble fondo de su camioneta.
Actualmente, habría al menos dos investigaciones en Tucumán para tratar de determinar los lugares, en la provincia, en los que se estaría cocinando la "cocaína", que luego es derivada al principal centro de distribución, Buenos Aires, y desde allí a Europa y a Estados Unidos.
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