
Por qué algunas personas eligen pasar Año Nuevo solas, según expertos en psicología
Algunos especialistas explican que pasar Año Nuevo en soledad puede responder a una elección consciente, al rechazo de la presión social de las fiestas o a la necesidad de transitar el cierre del año de una manera más íntima y personal.
Muchas personas eligen pasar la noche de Año Nuevo en soledad Noticias RCN

Cada vez más personas eligen recibir el Año Nuevo lejos de reuniones multitudinarias, brindis familiares o celebraciones sociales obligadas. Pasar la noche del 31 de diciembre en soledad, una decisión que durante años fue asociada a la tristeza o al aislamiento, hoy aparece resignificada en un contexto atravesado por el autocuidado, los cambios en los vínculos y nuevas formas de habitar los rituales tradicionales.
Desde la psicología, distintos especialistas coinciden en que esta elección no necesariamente responde a un malestar emocional, sino que puede estar vinculada a procesos de introspección, cierre de etapas o necesidad de calma tras un año intenso. Lejos de ser una señal de alarma, optar por la soledad en una fecha cargada de expectativas sociales puede revelar búsquedas personales profundas, autonomía emocional y una forma distinta —pero válida— de comenzar un nuevo ciclo.
Año Nuevo sin compañía: qué significa desde la mirada de la psicología
Desde una mirada psicológica, pasar Año Nuevo en soledad no responde a un modelo único. Según la psicoanalista Alicia Killner citada por Infobae, es clave diferenciar entre la soledad que se elige y la que se sufre. En ese sentido, explicó que algunas personas encuentran dificultades emocionales para disfrutar, abrirse a los demás o participar de celebraciones, y por eso prefieren transitar la fecha en aislamiento.
También están quienes deciden apartarse para evitar la fuerte presión social asociada a las fiestas y a la exigencia de mostrarse feliz. “Las fiestas son un periodo del año de mucha excitación, empuje al consumo: compras, comida, alcohol y un redoblamiento de lo que me gusta llamar felicidad obligada que termina siendo una presión a veces insoportable”, advirtió.
Killner remarcó que no hay una forma universal de vivir estas fechas y cuestionó los mandatos sociales: “¿Quién dictaminó que la fecha merece compañía indeseable? ¿Por qué no pensar que cada quien puede resolver la angustia de las fiestas a su manera?”. En esa línea, recordó un poema de Jorge Luis Borges que describe el fin de año como “una metáfora baldía”, en la que el tiempo parece detenido más allá de los rituales.
¿Es saludable pasar Año Nuevo solo?
Muchos psicoólogos coinciden en que no existe un mandato universal sobre cómo vivir el Año Nuevo. La clave está en la autenticidad de la elección. “Depende de la personalidad, del momento y circunstancias que la persona esté viviendo. No es saludable ni no saludable, lo importante, me parece, es que sea una elección y no una imposición”, concluyen.
Frente a la presión social por celebrar, la psicología propone legitimar todas las formas de atravesar el fin de año: en multitud o en soledad, con euforia o en silencio. El sentido real de la fecha, sugieren los expertos, reside menos en el ruido exterior y más en la búsqueda de un modo propio de habitar el tiempo.








