¿Qué pasó con María Cash? Las nuevas medidas que buscan "romper el pacto de silencio"
Tras trece años de impunidad y pistas falsas, la Cámara Federal de Salta revocó el sobreseimiento de Héctor Romero, el camionero que fue la última persona en ver a María Cash. Qué dice el último fallo de la Justicia
¿Qué pasó con María Cash? Las nuevas pericias que buscan "romper el pacto de silencio"
Tras trece años de una de las búsquedas más dolorosas de la historia policial argentina, la Sala I de la Cámara Federal de Salta dictó una resolución que cambia el paradigma del caso María Cash. En un fallo de 129 páginas, los jueces Santiago French, Ernesto Sola Espeche y Luis Renato Rabbi Baldi Cabanillas no solo revocaron el sobreseimiento del camionero Héctor Romero -el último en verla con vida-, sino que desnudaron una trama de encubrimiento, pistas plantadas y una investigación que, durante más de una década, caminó en la dirección equivocada.
La deconstrucción del "último viaje" de María Cash
Aquel 8 de julio de 2011, la joven que caminaba por los márgenes de la Ruta 34 no era la misma diseñadora que había partido de Buenos Aires días atrás. La resolución de la Cámara Federal de Salta dedica un apartado fundamental a reconstruir, minuto a minuto, el "estado de evidente vulnerabilidad" que convirtió a María del Carmen Cash en un blanco móvil.
El deambular errático
La crónica judicial describe a una María que parecía "flotar" en un espacio ajeno. Había perdido su teléfono celular, se había quedado sin dinero y su comportamiento —según testigos que la vieron en los peajes y estaciones de servicio— era el de alguien que perdió la noción con la realidad. Estaba desorientada, moviéndose en direcciones opuestas y aceptando viajes de desconocidos en un intento desesperado por avanzar hacia ninguna parte.
La "trampa" de la rotonda
Cuando María subió al camión de Héctor Romero en la rotonda de Torzalito, no lo hizo como una pasajera común. Lo hizo como alguien que, en términos jurídicos, carecía de las herramientas psicológicas y materiales para advertir el peligro. El fallo es tajante: la joven estaba en una situación de indefensión absoluta.
Esta condición de "presa fácil" es la que el tribunal utiliza para aplicar la doctrina de la "debida diligencia reforzada". Los jueces argumentaron que, ante una mujer en tal estado de fragilidad, la justicia no puede aceptar una explicación simplista. La vulnerabilidad de María es el "agravante invisible" que pesa sobre la figura de Romero: ella no podía defenderse, no podía pedir ayuda de forma eficaz y no tenía cómo escapar de una cabina de camión a dos metros de altura si la situación se tornaba violenta.
El sistema le falló a María
La crónica del fallo transforma la vulnerabilidad en una obligación legal. Al estar María en ese "limbo" de desorientación, cualquier contradicción en el relato del último hombre que la vio deja de ser una simple duda para convertirse en una sospecha grave. La justicia sostiene que el sistema le falló a María en aquel momento, permitiendo que su rastro se perdiera precisamente porque nadie advirtió que esa joven que pedía "dedo" en la ruta estaba, en realidad, caminando hacia su propio final.
Para la Cámara, este ítem no es solo un detalle de color: es la prueba de que el encuentro entre Romero y María no fue un simple acto de cortesía, sino el cruce entre una persona con total poder (el chofer en su máquina) y una mujer que ya había perdido todo, incluso su ubicación en el mundo.
Un muro de encubrimiento
Uno de los aportes más significativos del fallo es la limpieza del "ruido" en la causa. Durante años, se creyó que María seguía viva tras bajar del camión debido a los testimonios del abogado Carlos Enzo Cuellar y el médico Jesús Virgilio Chuquisaca.
Cuellar, un abogado de la zona, aseguró haber visto a María del Carmen Cash caminando por la Ruta 34, a la altura del santuario de la Difunta Correa, el mismo 8 de julio de 2011, pero en un horario posterior al que Romero dijo haberla dejado. Su testimonio ubicaba a María en un punto geográfico que "liberaba" de sospecha al camionero, sugiriendo que ella había continuado su camino por sus propios medios.
El tribunal consideró que su relato fue una construcción mediática. Se detectó que Cuellar fue añadiendo detalles a su declaración a medida que los medios de comunicación difundían datos de la causa. Las descripciones que dio sobre la ropa y la apariencia de María eran demasiado precisas para alguien que supuestamente la vio al pasar desde un vehículo, y no coincidían con las condiciones de visibilidad y tiempo del lugar. Para los jueces, Cuellar "plantó" un avistamiento falso para desviar la investigación.
El caso de Chuquisaca es, quizás, el más escandaloso por la utilización de su rol profesional para entorpecer la causa. El médico sostuvo que había atendido a María Cash en un centro asistencial de la provincia de Jujuy. Para respaldar este dicho, se presentó un registro de atención donde figuraba el nombre de la joven. Esta prueba era "la prueba de oro" de la defensa de Romero: si María estaba siendo atendida por un médico horas después en Jujuy, era imposible que el camionero la hubiera matado en Salta.
La justicia federal confirmó que la ficha médica era apócrifa. Se determinó que el documento fue confeccionado de manera irregular y que los datos insertados en él no correspondían a una atención real.
Aunque ambos fueron beneficiados por la prescripción (es decir, pasó tanto tiempo que ya no pueden ser condenados penalmente por falso testimonio o entorpecimiento), la Cámara tomó una decisión muy inusual y cargada de simbolismo jurídico: revocación del "Buen Nombre y Honor". Normalmente, cuando alguien es sobreseído, se incluye la frase "el proceso no afecta su buen nombre y honor". La Cámara ordenó borrar esa frase para Cuellar y Chuquisaca.
El "bache" de las antenas
El fallo ordena una medida que la querella venía reclamando: una mesa de trabajo técnica para unificar las pericias sobre los teléfonos y el tacógrafo del camión.
Existe una discrepancia insalvable entre el tiempo que Romero dice haber tardado en su trayecto y lo que registran las antenas de telefonía en General Güemes y Joaquín V. González.
Se detectó un "lapso muerto" de casi dos horas en el que el camión estuvo detenido. La Cámara sospecha que en ese tiempo se habría producido el ataque y la posterior ocultación del cuerpo en una zona de monte que el imputado conocía perfectamente.
Escuchas telefónicas: el círculo del silencio
El tribunal hizo mención a grabaciones de audio obtenidas de intervenciones al entorno cercano de Romero (incluyendo a sus hermanos). En estas conversaciones, se detectaron frases que el fallo interpreta como maniobras de encubrimiento activo. Se alude a "limpiezas" del vehículo y a una preocupación extrema cada vez que la justicia federal reactivaba las búsquedas de restos óseos en la zona.
Lo que viene
Tras el cimbronazo que significó la revocación del sobreseimiento, la causa entra ahora en una fase de "deber de diligencia reforzada", donde la tecnología y el cruce de datos serán los protagonistas para romper el silencio de trece años. Lo que viene es una etapa de peritajes técnicos exhaustivos, destacándose la creación de una mesa de trabajo de peritos de la Policía Federal y la querella para unificar criterios sobre la geolocalización del camión Mercedes Benz de Romero. El objetivo es desmenuzar ese bache temporal de dos horas y los impactos de las antenas de telefonía para determinar con precisión científica si el vehículo se detuvo en zonas donde el terreno permitiera el ocultamiento de restos, una medida que busca transformar los indicios en pruebas de cargo definitivas.
Además de la ofensiva tecnológica, la justicia se enfocará en el entorno más íntimo del imputado, profundizando en las líneas de investigación sugeridas por las recientes escuchas telefónicas que aluden a maniobras de encubrimiento. La resolución encomienda a la jueza de grado la realización de careos y la toma de nuevas testimoniales que permitan desarticular el pacto de silencio que, según la Cámara, fue alimentado por pistas falsas durante más de una década. Con la figura de la falta de mérito vigente, la investigación no solo se mantendrá abierta, sino que se centrará en reconstruir la "verdad real" de lo sucedido en ese tramo de la Ruta 34, bajo la premisa de que en casos de violencia y desaparición, la duda no puede ser un puerto de llegada, sino un motor para seguir buscando a María Cash.








