
El dólar y la economía argentina.

El analista Salvador Di Stefano trazó un panorama optimista para el mediano plazo, al proyectar que la economía argentina ingresará en 2026 en una fase de estabilidad y crecimiento sostenido. Según su visión, el mercado cambiario dejará de ser el foco de tensión constante para dar paso a un escenario de inversión privada y expansión del crédito.
Uno de los puntos centrales de su análisis es el fin de la histórica “maldición de los años pares”, aquel ciclo donde la economía solía frenarse tras el gasto electoral de los años impares. Para Di Stefano, la consolidación del programa fiscal y la ausencia de comicios nacionales el próximo año permitirán que el sector privado tome el protagonismo, apoyado en herramientas como el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI).
El nuevo esquema cambiario
En cuanto a la cotización de la divisa, el consultor estimó que, bajo un sistema de bandas ajustadas por inflación, el techo del dólar se ubicaría en torno a los $1.730 para junio de 2026. Di Stefano desalentó el uso del billete verde como refugio de valor, al señalar que su rendimiento real sigue perdiendo terreno frente a la inflación y otros activos financieros.
Los motores de la recuperación
El analista identificó dos pilares que sostendrán este nuevo ciclo. Por un lado proyectó una producción de 150 millones de toneladas (especialmente en trigo y maíz), lo que aseguraría un flujo robusto de divisas y, por otro, se refirió a Vaca Muerta. Dijo que la mejora en la infraestructura de transporte permitirá un salto en las exportaciones energéticas, que aliviará la balanza comercial.
También destacó que la aprobación del Presupuesto, la baja de impuestos y los posibles acuerdos con Estados Unidos serán determinantes para consolidar las expectativas del mercado antes de que termine 2024.







