
Jada Pinckett padece alopecia desde hace un tiempo La Nación

Para la mayoría de las personas, el cabello es mucho más que un atributo estético; es parte fundamental de la identidad y autoestima. Por eso, cuando comienza a caerse de forma excesiva o repentina, se encienden las alarmas. Los especialistas advierten que el pelo funciona a menudo como un "termómetro" de la salud general: si algo no anda bien por dentro, se manifiesta por fuera.
Si bien es normal perder cierta cantidad de hebras al día, una caída pronunciada (alopecia) suele esconder causas médicas que requieren atención. A continuación, las 10 condiciones más frecuentes que podrían estar afectando tu salud capilar.
Las causas médicas más comunes
1- Desajustes hormonales: l eembarazo, el parto, la menopausia o el Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP) provocan fluctuaciones que alteran el ciclo de crecimiento del pelo.
2- Trastornos de la tiroides: tanto el hipotiroidismo como el hipertiroidismo debilitan la fibra capilar, generando pérdida de densidad.
3- Anemia ferropénica: la falta de hierro reduce la oxigenación de los folículos, "ahogando" el cabello y provocando su caída.
4- Estrés crónico: situaciones de angustia intensa pueden desencadenar "efluvio telógeno", una condición que empuja al cabello a su fase de caída antes de tiempo.
5- Déficit nutricional: dietas restrictivas o falta de proteínas, zinc y biotina afectan directamente la "materia prima" necesaria para que el pelo crezca.
6- Enfermedades autoinmunes: patologías como el Lupus pueden inflamar el cuero cabelludo y causar pérdida difusa o localizada.
7- Alopecia areata: en este trastorno, el propio sistema inmune ataca los folículos, creando parches redondos totalmente despoblados.
8- Infecciones fúngicas: la presencia de hongos, como la tiña, puede quebrar el cabello desde la raíz.
9- Dermatitis seborreica: la caspa severa y la inflamación del cuero cabelludo, si no se tratan, obstruyen el folículo y favorecen la caída.
10- Impacto farmacológico: ciertos medicamentos (anticoagulantes, anticonceptivos o tratamientos oncológicos) tienen como efecto secundario el debilitamiento capilar.
El círculo vicioso emocional
El impacto de la alopecia no es solo físico. La ansiedad que genera verse perder cabello puede agravar el cuadro, creando un círculo vicioso difícil de romper. Los expertos recomiendan no automedicarse y acudir a un dermatólogo o endocrinólogo: tratar la causa de raíz es la única forma de recuperar la salud y la confianza.







