
"Fue lo mejor que me pasó en mi vida": el recuerdo de los tucumanos que vieron de cerca a Kshamenk, la orca que murió en Mundo Marino
Recuerdos de infancia, emociones encontradas y miradas críticas se cruzan en los testimonios de quienes conocieron al animal que pasó más de 30 años en cautiverio en el parque de San Clemente del Tuyú
MUNDO MARINO

Tras tres décadas de cautiverio, Kshamenk, la última orca de toda América Latina que vivía en esas condiciones, murió. Tenía 33 años y durante gran parte de su vida estuvo en la mirada de activistas y proteccionistas de los derechos de los animales. Protagonizó campañas de liberación y fue objeto de análisis de especialistas y medios de comunicación. Falleció ayer en el parque temático Mundo Marino, en San Clemente del Tuyú.
La noticia de su muerte fue anunciada por la institución a través de un comunicado, en el que se indicó que un paro cardiorrespiratorio fue la causa del deceso, aunque los motivos que lo desencadenaron aún se encuentran en análisis.
“Todo indica que se trató de un cuadro asociado a su avanzada edad, del cual no pudo recuperarse a pesar de los esfuerzos y la atención permanente de los profesionales dedicados a su cuidado”, explicaron desde el acuario.
El recuerdo de los tucumanos que conocieron a Kshamenk
A lo largo de los años, cientos de miles de personas pudieron verla en acción. Los recuerdos de niños frente al imponente animal son innumerables y, con el paso del tiempo, ocupan todavía un lugar especial en la memoria de quienes visitaron el parque.
“Fue una de las mejores experiencias que viví de niño”, dijo el tucumano Mateo Gorriti, de 25 años, al recordar su paso por Mundo Marino. “La visita tuvo mucho valor sentimental porque lo viví con mi padre a quien veía solo en vacaciones. Verlo cada tanto tiempo era un poco doloroso. Aquella vez decidimos hacer algo distinto y viajamos a Buenos Aires”, completó.
Mateo contó que al principio no estaba convencido del plan, pero que esa sensación cambió por completo al llegar al parque. “Fue lo mejor que viví en mi vida”, dijo con alegría, y agregó: “Durante la visita hice de todo lo que se pudo con mi padre, los dos estábamos fascinados con la orca. Fue algo muy gratificante, me encantaría volver a ir y recordar esos viejos tiempos donde uno como niño es mucho más feliz. A veces la vida de adulto es un poquito pesada y un poco más difícil”. Con nostalgia, concluyó: “Me gustaría volver a ser niño pero en esa época de mi vida”.
La experiencia, sin embargo, no fue la misma para Zoe Albarracín, quien visitó Mundo Marino el año pasado. “Sinceramente, me dio un poco de pena por los animales porque me parece una forma de maltrato animal. Al menos estuvo lindo el show pero no volvería”, dijo. Esta mirada crítica se repite entre algunos visitantes, que señalan que el hábitat de los animales no era el natural.
Desde una perspectiva profesional, el médico veterinario Alfio Carrizo se refirió al contexto de los parques con animales en cautiverio. “No se trata de maltrato animal en sí. Pero si hay un sometimiento y una explotación de esos animales porque fueron criados en un ambiente que no es el natural y con fines de lucro. En todo caso, se trata de explotación. Y, a partir de ello, el maltrato animal dependerá de qué grado de cuidados tengan en el lugar”, explicó.
También Tomás Eliseo Velarde, de 24 años, recordó su visita con asombro. “Fui hace 10 años, cuando era chango. Estoy acostumbrado a ver mojarritas y, de repente, pasé a ver delfines, orcas, lobos marinos, que están echados por ahí”, contó, y agregó que le impactó especialmente ver a los hipopótamos y el tamaño de sus bocas.
“Está muy bueno, es lejos, pero es una experiencia que valió totalmente la pena. Tengo que volver”, dijo.
Vanina Arnedo, de 45 años, también evocó su paso por el parque junto a su marido, José, en enero de 2023. “Me gustó sobre todo, el show de la orca”, recordó.
EN MUNDO MARINO. Vanina Arnedo, de 45 años posa junto a la estatua de una orca en el parque temático. FOTO GENTILEZA VANINA ARNEDO
La historia de Kshamenk y la particularidad de su nombre
Kshamenk llegó a Mundo Marino en 1992. Era un cachorro macho que se encontraba varado en el Río Ajó, un estuario del partido de General Lavalle, en la provincia de Buenos Aires, que desemboca en la bahía de Samborombón. Vecinos de la zona habían dado aviso de que cuatro animales estaban atrapados en la costa, pero, según informó La Nación, cuando los especialistas llegaron al lugar solo encontraron a una pequeña orca.
En el texto difundido ayer, Mundo Marino detalló: “En un primer diagnóstico se observó que el animal atravesaba una situación crítica. Se intentaron distintos métodos para poder efectuar el rescate y reinserción, pero todos fueron infructuosos ya que el animal estaba muy débil”.
La única alternativa que quedó fue tratar de llevarlo a las instalaciones del parque con la aprobación de las autoridades nacionales para su recuperación, añadieron.
Tras su traslado, el equipo técnico y de divulgación del parque decidió darle un nombre particular: Kshamenk. Según explicaron en su momento, el término se atribuye a pueblos originarios del sur del país, se suele mencionar a los mapuches o a los selk’nam, según la fuente, y significa “el que mira, el que observa”.
La orca estrella: su paso por el cine y la televisión
Además de ser una de las principales atracciones del parque, Kshamenk tuvo un lugar destacado en la televisión y el cine argentinos. Su debut en la pantalla fue en 1994, cuando apareció en la novela “Nano”, una ficción centrada en un entrenador de delfines, en la que la orca participó en varias escenas.
EN ESCENA. La introducción de la novela muestra al animal marino con Gustavo Bermúdez, el protegonista.
Entre 1996 y 1997, las tiras “Chiquititas” y “Cebollitas” volvieron a ponerla frente a las cámaras durante excursiones de los protagonistas a Mundo Marino, donde interactuaban con los animales.
También formó parte de la película infantil “Bahía Mágica”, una coproducción argentino-española filmada en el país, que narraba la historia de un barco cargado con desechos radiactivos.
En el terreno del humor, Kshamenk apareció en el programa "Videomatch", en una cámara oculta que simulaba premios con viajes al parque. En esas escenas, la orca interactuaba con personas dentro del agua, bajo las indicaciones de los entrenadores.
EN LA TELEVISIÓN. Una de las participaciones de la orca en las cámaras ocultas de Videomatch.







