Tres hábitos simples para empezar el día con menos estrés y más energía, según la ciencia

Investigaciones psicológicas señalan que las primeras horas de la mañana son una ventana biológica clave para regular el estrés, mejorar la concentración y estabilizar el estado de ánimo.

Tres hábitos simples para empezar el día con menos estrés y más energía, según la ciencia IMAGEN TOMADA DE EL UNIVERSAL
Hace 6 Hs

Cómo empieza la mañana suele definir el tono del resto del día. Diversos estudios psicológicos indican que pequeñas acciones tempranas pueden regular el estrés, mejorar la concentración y fortalecer la estabilidad emocional. No se trata de grandes cambios ni rutinas difíciles de sostener, sino de incorporar hábitos simples y consistentes que preparen al cerebro para funcionar de manera más equilibrada.

De acuerdo con la American Psychological Association (APA), las primeras horas del día constituyen una “ventana biológica” en la que el cuerpo responde especialmente bien a estímulos que ordenan los ritmos internos. Tres factores combinados -luz natural, movimiento suave y organización mental- tienen un efecto protector frente a la ansiedad y el agotamiento emocional, dos problemas cada vez más frecuentes en contextos de alta demanda.

Exponerse a la luz natural apenas despertar

Recibir luz natural durante los primeros minutos de la mañana ayuda a sincronizar el reloj biológico. Según explica la APA, la luz matutina regula los ritmos circadianos, mejora el estado de vigilia y colabora en la estabilidad del estado de ánimo.

Además, esta exposición temprana activa la producción de serotonina, el neurotransmisor vinculado a la sensación de bienestar. No hace falta salir a caminar: abrir las cortinas, ubicarse cerca de una ventana o pasar unos minutos en el balcón es suficiente para que los efectos positivos se sostengan a lo largo del día.

Mover el cuerpo, aunque sea cinco minutos

El movimiento matutino no requiere un entrenamiento formal. Estiramientos, una caminata breve, movilidad articular o ejercicios de respiración activa son suficientes para activar el cuerpo. La APA detalla que esta actividad, incluso en dosis mínimas, reduce los niveles de cortisol -la hormona del estrés- y aumenta la energía disponible para el resto de la jornada.

Entre los beneficios más destacados se encuentran una mayor claridad mental en las primeras horas, mejor tolerancia al estrés cotidiano, menor rigidez muscular tras el sueño y una sensación más marcada de bienestar. La clave, enfatizan los especialistas, es la constancia más que la intensidad.

Un pequeño ritual de foco para ordenar la mañana

Organizar los pensamientos durante unos pocos minutos puede transformar la experiencia del día. La APA recomienda dedicar entre dos y diez minutos a identificar prioridades, planificar horarios, escribir las tareas intransferibles o simplemente realizar respiración profunda para ordenar la mente.

Este pequeño ritual reduce la carga cognitiva, disminuye la dispersión y genera una sensación concreta de control. También ayuda a evitar la ansiedad anticipatoria, esa tensión que aparece incluso antes de que empiece la jornada.

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