
BIOPRODUCTOS. El Gobierno argentino reconoció el valor de ciertas soluciones para diferentes industrias que mitigan el problema de los desechos. / UNSPLASH

El Ministerio de Economía de la Nación entregó nuevas certificaciones de "Bioproducto Argentino", un sello oficial que identifica materiales creados principalmente con componentes de origen biológico, es decir, derivados de organismos vivos o residuos naturales. El objetivo es destacar soluciones que ayudan a reducir el uso de plásticos, disminuir desechos y promover la economía circular.
Instituciones como el INTA, el organismo público de tecnología agropecuaria; el Conicet, que es la principal entidad científica del país; universidades, entre ellas la Universidad de Quilmes y la Universidad Tecnológica Nacional, y equipos de investigación vinculados a FAUBA participaron en estos desarrollos.
Envases que avisan si un alimento está en mal estado
Uno de los avances más concretos fue desarrollado en la Universidad de Quilmes (UNQ), donde crearon etiquetas inteligentes hechas con gránulos de kéfir y residuos de yerba mate.
Estas etiquetas cambian de color cuando el alimento se altera. Funcionan como una alarma visual que indica si un producto ya no está seguro para consumir. Además, casi todo su contenido es de origen biológico, por lo que se degrada de manera natural y no deja restos plásticos.
La UNQ también desarrolló películas hechas con levadura que sobra del proceso cervecero. Cubren la tierra y reducen la evaporación del agua. Ayudan a proteger cultivos y pueden utilizarse en sistemas hidropónicos.
Son una alternativa al plástico agrícola tradicional, que tarda décadas en degradarse.
Sensores para alimentos hechos con descartes naturales
Investigadores de la UTN y el INTA San Pedro crearon una bioetiqueta que detecta cambios de pH. Utiliza antocianinas, los pigmentos naturales presentes en frutas y verduras, que cambian de color cuando el alimento se deteriora. La bioetiqueta también informa si un alimento fresco perdió calidad. Reduce desperdicios, porque ayuda a identificar el momento real en que debe descartarse y está hecha con material 100% biobasado.
Materiales de construcción hechos con hongos y residuos
Otra línea de innovación aparece en la construcción. Especialistas del Centro Experimental de la Vivienda Económica, con apoyo del Conicet, crearon paneles formados por cartón, sustrato y micelio, la estructura de los hongos.
Funcionan como placas livianas y resistentes; ofrecen aislación térmica y pueden reemplazar materiales con procesos de fabricación más contaminantes.
También se certificaron placas hechas con cáscara de maní, desarrolladas por equipos vinculados al Conicet. El proceso reutiliza un residuo de la industria alimentaria y lo convierte en un material apto para diversos usos. Así habrá menos desechos y dependencia de insumos derivados del petróleo.
Estos bioproductos muestran cómo la ciencia argentina transforma residuos y recursos naturales en soluciones prácticas. Desde envases que avisan si algo se echó a perder hasta materiales para construir, los desarrollos abren una puerta a industrias más limpias y a productos que acompañan un futuro más sostenible.







