
Así luce hoy la casa de Mi Pobre Angelito: la impresionante transformación de la mansión icónica
La icónica mansión de Mi Pobre Angelito dejó atrás su estética noventosa tras una millonaria venta y una renovación total. Hoy luce un diseño moderno y minimalista que contrasta con el cálido hogar navideño que marcó a toda una generación de espectadores.
La mansión de Mi Pobre Angelito

La casa que sirvió de escenario para Mi Pobre Angelito —uno de los mayores clásicos navideños del cine— dejó atrás su estética original para convertirse en una residencia completamente renovada y adaptada al siglo XXI. Tras su venta a comienzos de 2024 por U$S 5.5 millones, la propiedad ubicada en la exclusiva localidad de Winnetka, Illinois, volvió a despertar la nostalgia de miles de fanáticos que crecieron viendo las travesuras de Kevin McCallister.
Un símbolo cinematográfico convertido en destino turístico
Localizada en 671 Lincoln Avenue, esta mansión de ladrillo rojo estilo georgiano se transformó, con el paso de los años, en un atractivo turístico para quienes deseaban ver de cerca el hogar donde se filmaron algunas de las escenas navideñas más recordadas de Hollywood. Su última venta superó el precio inicial —5.25 millones de dólares— reflejando no solo su valor inmobiliario sino también su peso cultural.
En 1990, cuando la película se estrenó, la vivienda mostraba un interior típico de la época: alfombras estampadas, muebles voluminosos, colores cálidos y una decoración familiar que transmitía ese espíritu festivo tan característico del filme.
De los ’90 al minimalismo: una transformación total
Hoy, la historia es completamente distinta. Los nuevos dueños emprendieron una remodelación integral que cambió radicalmente la estética del hogar. Las paredes blancas, los ambientes amplios y la iluminación tenue le dieron un aire mucho más moderno y minimalista. El estilo actual apuesta por líneas simples, texturas suaves y una paleta neutra que contrasta con el pasado colorido de la casa.
La sala principal —donde Kevin disfrutaba su solitaria Navidad entre luces, adornos y un imponente árbol festivo— es quizás el espacio que más sorprende. El antiguo clima navideño fue reemplazado por una disposición sobria: sillones blancos, una mesa gris y una chimenea rematada por una obra de arte abstracto. La atmósfera que antes evocaba bullicio familiar ahora transmite tranquilidad y sofisticación.
Un inmueble con historia… y con alto valor de mercado
La firma Coldwell Banker Realty confirmó que la transacción se cerró a fines de 2024, tras meses de interés mediático y visitas privadas. A pesar de la renovación, la mansión mantiene su fachada original, un sello arquitectónico que muchos asocian inmediatamente con el espíritu de la película.
Hoy, la casa de Mi Pobre Angelito sigue siendo un ícono cultural, pero con un nuevo capítulo que combina modernidad, diseño y la inevitable nostalgia de quienes todavía recuerdan cada escena filmada dentro de esos muros.







