“Los Loros”: la infancia, la enfermedad y una fe inesperada

Emanuel Rodríguez, el actor de la exitosa obra “El loco y la camisa” y de la serie “Tafí Viejo, verdor sin tiempo” encarna ahora un biodrama.

PERSONAL. Este trabajo artístico nació de una experiencia vivida por el mismo actor, Emanuel Rodríguez. PERSONAL. Este trabajo artístico nació de una experiencia vivida por el mismo actor, Emanuel Rodríguez.
Belén Castellano
Por Belén Castellano Hace 6 Hs

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La obra “Los Loros” se presenta mañana en el teatro municipal Rosita Ávila en Las Piedras 1.500. “En esta obra conmovedora, los sueños y la memoria se entrelazan para contar la historia de un niño que, frente a una experiencia médica transformadora, encuentra en su loro un faro de fe y esperanza”, dice la descripción del espectáculo. La función comienza a las 20.

El biodrama es escrito y protagonizado por Emanuel Rodríguez, con producción de Lucas Rodríguez y dirección de Viviana Perea. La propuesta expone una historia personal que vuelve al escenario un espacio de memoria, reconstrucción y encuentro.

El género aparece por primera vez en 2001 en Argentina y se expande por el mundo. Creado por la directora Vivi Tellas, fusiona biografía y teatro. Usa la vida real de personas como material para crear obras escénicas con elementos teatrales que exploran la condición humana y generan una conexión con la audiencia.

Una historia real

Rodríguez explica a LA GACETA que la propuesta se sostiene sobre una estructura que lo interpela por completo: “Lo que cuento es algo que me pasó a mí. Actúo solo, es un unipersonal. El género propone dejar de lado las historias inventadas o lejanas, y animarse a mirar lo que le pasa al vecino, que muchas veces tiene algo fuerte para contar y que puede llevar a una reflexión profunda”.

Esa vivencia es el núcleo del relato. “La obra nace de una experiencia médica que tuve. A los 13 años descubren un tumor en mi cabeza y me diagnostican una enfermedad parecida a un tipo de cáncer. Yo no tenía síntomas. Fue de un día para el otro. Mis papás dejaron de trabajar y se quedaron conmigo en Buenos Aires. En la obra recupero esa experiencia con muchos recursos teatrales, también con unos muñecos que representan a mi papá, mi mamá y mis hermanos. Cuento la historia mientras los muevo dentro de una especie de casita de muñecas que se transforma en mi casa, en la habitación del hospital y en los distintos lugares por los que transité. También comparto mis vínculos con mis amigos del hospital”, describe Rodríguez.

El actor señala que la puesta no renuncia al humor: “La obra tiene partes cómicas, necesarias para sostener la temática. Después de “El loco y la camisa”, que rompió todos los récords, quería hacer algo íntimo. Sentí que no podía seguir hablando de cosas que no fueran mías. Quería mirar a la gente a los ojos y conectarme desde ese lugar”.

El papel de la familia

La presencia de sus padres atraviesa la narración. “Aunque esto me sucedió a mí, los verdaderos protagonistas de la obra son mis papás. Cuento la historia desde su mirada: padres jóvenes que de repente tienen que cambiar su vida, dejar a sus otros hijos y acompañarme. Incluyo audios de ellos, incluso uno de una entrevista a mi papá hecha sin que él supiera para qué era. Ver todo eso en escena fue muy fuerte para ellos”, describe.

El actor dice que volver a esa etapa no le resultó sencillo. “Fue complicado recordar. Creo que todos tenemos un escudo para evitar lo que nos causó dolor. Yo tuve que hacer el proceso inverso, meterme de lleno en eso para que sirviera para algo. Siento que ahora soy un actor importante porque estoy llevando un mensaje final valioso”, destaca.

Proceso de creación

Rodríguez cuenta que la escritura encontró su propio ritmo. “Un día me senté en el escritorio sin saber de qué iba a hablar, y empecé a tipear. Escribí muchísimo, tardé seis meses en tener todo el material. De ahí usé una parte; el resto quedó guardado, quizás para otro proyecto. La directora, leyó los textos y fue seleccionando las partes para orientarme”, cuenta.

SORPRESA. La escenografía cambia varias veces e incluye proyecciones. SORPRESA. La escenografía cambia varias veces e incluye proyecciones.

La puesta incluye recursos visuales y una multiplicidad de voces. Aunque es un unipersonal, Emanuel interpreta 12 personajes distintos.

La producción de Lucas Rodríguez incluye una gran escenografía que se transforma todo el tiempo. También hay proyecciones y elementos con los que interactúa el actor. “Llevamos más de 20 funciones a sala llena. Estoy feliz con la respuesta del público”, concluye el autor de la obra.

Las entradas están disponibles en https://entradas.smt.gob.ar/ o en la boletería del teatro de 8 a 18. Para próximas fechas e información adicional, se puede ingresar a las cuentas @emanuel.rz o @teatrosalaross.

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