Inflación: los economistas estiman que el IPC recién bajaría del 2% mensual a inicios de 2026

Especialistas advierten que la estabilidad cambiaria y una mayor demanda de dinero serán claves para consolidar la desaceleración.

La inflación recién bajaría del 2% mensual a inicios de 2026, según economistas. La inflación recién bajaría del 2% mensual a inicios de 2026, según economistas.
Hace 1 Hs

Analistas económicos señalaron que el Indíce de Precios al Consumidor (IPC) podría perforar la barrera del 2% a comienzos del próximo año, siempre que se mantenga la calma cambiaria y la demanda de pesos continúe recuperándose.

El último relevamiento de expectativas del Banco Central señala que para diciembre de 2025 las consultoras prevén una inflación general del 2,1%, apenas 0,1 puntos por encima del dato previo. 

Desde ese punto, la proyección marca un sendero descendente: el índice perforaría el 2% recién en enero de 2026, mientras que para mayo estiman un 1,5%, sin variaciones significativas en los meses intermedios. El informe, en ese sentido, anticipa un escenario con menor aceleración en los precios.

Lorenzo Sigaut Gravina, director de Análisis Macroeconómico de Equilibra, puso el foco en el impacto de los factores estacionales. “Para que la inflación perfore el 2%, se necesita primero que ayude un poco la estacionalidad. A fin de año y especialmente en enero, hay algunos precios que suben de manera puntual. Pero creo que las condiciones están dadas para febrero; me parece que reúne esas condiciones”, afirmó.

“Enero y marzo suelen ser meses malos en términos de estacionalidad. Por eso, creo que en el segundo mes del año la inflación debería perforar el 2%”, añadió en diálogo con el portal Infobae. No obstante, advirtió que los precios regulados ejercerán presión hacia fin de año, lo que dificultará conseguir un registro más bajo antes de 2026.

También se refirió a la sostenibilidad del proceso: “La pregunta es cuándo podría bajar sostenidamente por debajo del 2%. Como mencioné, febrero es el candidato a perforar nuevamente el 2%. Puede haber alguna sorpresa en diciembre o tal vez en enero, pero no lo creo. Marzo suele ser muy complejo por el tema de Educación, que sube fuerte. En abril, mayo y junio, seguro mejora. Pienso que para el segundo trimestre, la inflación, sobre todo si se mantiene el esquema cambiario actual y el dólar no sube mucho, debería ubicarse por debajo del 2%. Si el Gobierno sigue ordenado en lo fiscal, cambiario y monetario, las condiciones estarán dadas para que eso suceda”.

Para Aldo Abram, director ejecutivo de Libertad y Progreso, el principal freno a la desinflación no se relaciona con factores puntuales, sino con la dinámica monetaria. “La resistencia a la baja es un fenómeno monetario, no tiene otros factores, aunque de origen los tuvo. Para lograr una continua y permanente baja de la inflación, lo que se necesita es que la depreciación de la moneda baje permanentemente, o sea, que cada vez sea más pequeña. La clave es disminuir la emisión”, remarcó.

Sostuvo que el rol del Banco Central será decisivo: “Ha recuperado mayor capacidad de manejo de la política monetaria porque la demanda de pesos viene aumentando”. Ese avance, explicó, “le otorga más posibilidad y capacidad para estabilizar el valor de la moneda y eso va a impactar en los precios. Seguramente, en los primeros meses de 2026, la inflación se ubicará por debajo del 2%”.

Incluso proyectó un escenario más favorable hacia la segunda mitad del próximo año: “De continuar esta tendencia, en el segundo semestre del año próximo, podrá perforar el 1%, siempre que persista la estabilidad de la moneda”.

Inflación: ¿cuáles son los factores que limitan la baja?

Desde PwC Argentina, el economista jefe José María Segura consideró que, en el corto plazo, es “probable que la inflación mensual permanezca algunos meses más por encima del 1%”. Según evaluó, la continuidad del proceso desinflacionario dependerá de la recomposición de la demanda de dinero, actualmente en mínimos históricos, y de la consistencia de una política monetaria prudente en relación con la emisión.

Por su parte, la consultora LCG indicó que las expectativas de depreciación se redujeron recientemente, alejando al dólar mayorista del techo de la banda cambiaria. Ese movimiento alivió presiones de costos y su impacto en los precios. Además, señaló que la evolución de la actividad y la mayor apertura importadora funcionan como factores de contención para los aumentos, aun a costa de los márgenes del comercio minorista.

De todos modos, la firma advirtió que persisten obstáculos para que la inflación converja rápidamente a tasas de un dígito anual. Entre ellos, mencionó la inercia inflacionaria, los ajustes de precios relativos aún pendientes y el riesgo de que un repunte de la actividad desencadene reclamos salariales y nuevas tensiones distributivas.

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