INVITADA DE LUJO. Victoria Azarenka disfrutó del partido en un palco y se llevó una camiseta entregada por Juan Román Riquelme.
La Bombonera tiene sus propios rituales. Algunos nacen del fútbol, otros de la mística, y unos pocos se construyen desde el ritmo que hoy marcan las redes sociales.
En los últimos tiempos, a los hinchas de Boca les alcanzó con un detalle para armar una “cábala” inesperada. Cada vez que una figura internacional visita el estadio, el equipo gana. Todo empezó con Dua Lipa en un Superclásico, siguió con Johnny Depp, Noel Gallagher, Rosalía… y hoy, mientras Boca vencía a Argentinos Juniors por los cuartos de final del Clausura, apareció ella: Victoria Azarenka, una de las grandes tenistas de este siglo.
Su presencia no estaba anunciada. Cuando la transmisión de ESPN mostró a la bielorrusa en uno de los palcos, el partido todavía no había cambiado de ritmo y Boca seguía 1-0 por el gol de Ayrton Costa. Pero la imagen fue suficiente ya que en minutos su nombre se volvió tendencia y la “costumbre” de los hinchas en redes volvió a activarse. Famoso que aparece, famoso que trae suerte. Y para muchos, la ex N°1 del mundo terminó de sostener la cábala.
Azarenka, nacida en Minsk hace 36 años, no es una celebridad más. Su currículum la ubica entre las tenistas más importantes de la era reciente. Ganó dos Abiertos de Australia, estuvo 51 semanas como número uno del mundo, fue finalista del US Open en 2012, 2013 y 2020, obtuvo 21 títulos individuales, 10 en dobles, y dos medallas olímpicas en Londres 2012 (oro en dobles mixtos y bronce en singles). Hoy ocupa el puesto 20° del ranking WTA.
Su figura en la Bombonera llamó la atención también por el vínculo cada vez más natural que mantiene con Argentina. No es la primera vez que muestra esa cercanía. En marzo, una fotografía que subió a su cuenta de X, donde la siguen 1,3 millones de personas, dio la vuelta al mundo: un mate en el portavasos de su auto, acompañado por la frase “Disfrutando el culto del mate”.
Esa afinidad viene de tiempo atrás. Azarenka estuvo durante dos años bajo la guía de la entrenadora argentina Bettina Fulco, una etapa que marcó su desarrollo y consolidó su estilo agresivo, de golpes planos y potencia constante. También tomó clases de polo con Adolfo Cambiaso, una leyenda del deporte. Y el año pasado, en el Abierto de Australia, confesó su admiración por Lionel Messi. “Vi muchos videos de él yendo a ver partidos de sus hijos; me hace conectar con los míos. No sé si estoy preparada para conocerlo”, expresó entonces.
En el final del partido, se vio otro momento que multiplicó la repercusión. Juan Román Riquelme, presidente de Boca, se acercó a su palco, le entregó una camiseta del club y posaron juntos para una foto que no tardó en viralizarse.
Juan Román Riquelme le regaló una camiseta de Boca ðµð¡ a Victoria Azárenka ð¾, tenista que fue N°1 del mundo. pic.twitter.com/0FSdsYUSG8
— Planeta Boca Juniors (@PlanetaBoca) November 30, 2025
Para muchos hinchas, esa postal fue la confirmación definitiva de la noche. Boca ganó, la cábala se mantuvo y una referente del tenis mundial se llevó un recuerdo azul y oro.






