El verano siempre invita a soltar, a alivianarse y a elegir prendas que acompañen el calor norteño. Si hay un estilo que representa esa libertad, esa frescura y logra la comodidad pero de manera cool, es el boho chic. Un clásico que vuelve con fuerza cada temporada y que hoy, más que nunca, se consolida como la tendencia ideal para los días de calor.
Lo mejor es su versatilidad absoluta: funciona en la playa, en una escapada a Tafí del Valle o Raco, en un festival de música o en algo tan simple como una cena de verano al aire libre. Es cómodo, es canchero, es relajado… pero siempre con ese toque cuidado que lo vuelve irresistible.
En Argentina, el boho tiene un terreno especialmente fértil. La presencia de textiles naturales, la influencia artesanal, las paletas inspiradas en la tierra y una cultura que combina raíces con modernidad hacen que el estilo conviva de manera natural con los paisajes y el ritmo local.
Ahora bien, ¿cómo logramos entonces este boho chic que tanto se viene para la temporada? Para entenderlo, conviene ir por partes.
Por un lado, están las texturas, que son la base de todo. El boho nace desde lo táctil: lino, algodón, crochet, bordados y detalles hechos a mano que aportan movimiento y un aire relajado. El lino es una fibra fresca, noble y con caída natural, ideal para crear looks descontracturados sin perder elegancia.
Una vez definida la textura, aparecen las prendas que dan forma al boho moderno. María Emilia Madariaga, dueña de las marcas Color Uva, Establo Chic y Milia Accesorios, afirma que “el boho style se va a usar mucho este verano”. En esa línea, hay piezas que funcionan como la base del look y que permiten adaptarlo tanto a días de calor extremo como a noches más frescas.
Las polleras largas y amplias —siempre con vuelo, siempre con caída— son una de las claves, porque acompañan el movimiento y equilibran la silueta. Las camisas sueltas se convierten en aliadas infalibles: abiertas sobre un top, anudadas, o simplemente usadas por dentro para destacar la cintura. También se suman los volados y los flecos, elementos que aportan dinamismo y esa sensación de libertad que define al estilo. Madariaga lo resume con precisión al enumerar el corazón del boho de esta temporada: “Polleras largas, camisas, volados, flecos, crochet combinado con remeras de algodón.”
Look by Color Uva @coloruvaoficial
El crochet, justamente, con un rol estelar. Lo sumamos en tops, en capas livianas, en vestidos, en bikinis (super top) o en detalles que elevan una prenda simple. Combinarlo con básicos de algodón crea un contraste entre lo artesanal y lo cotidiano que resulta muy actual. Por su parte, los maxi vestidos, las transparencias sutiles y las prendas que pueden superponerse sin recargar son indispensables que permiten armar looks aireados y cómodos.
Y, por supuesto, tenemos que mencionar el calzado. En el boho moderno, los zapatos son una extensión del outfit. Las texanas son la opción básica y perfecta para lograr un look con mucha personalidad.
Pero, para los días más calurosos o para quienes buscan algo más minimalista, las sandalias son las elegidas. Pueden funcionar desde modelos con tachas y detalles metálicos hasta aquellas que se atan a la pierna con un toque romántico. Las opciones en cuero trenzado o con apliques artesanales también se integran perfectamente al boho, mientras que las ojotas de cuero o tejidas funcionan como alternativa playera.
Por otro lado, en cuanto a los colores que siempre acompañan al boho, esta temporada llega con un pequeño giro. Si bien los tonos tierra siguen dominando, se actualizan con matices más suaves. Madariaga identifica una transición clave: “El mocha mousse (color elegido por Pantone cómo el color del año en 2025) continúa, pero combinado con colores pasteles como el celeste o un amarillo suave.” Es una paleta que mantiene la calidez natural del estilo, pero que la ilumina con delicadeza y, sin dudas, la moderniza.
Otro punto fundamental, y sello del boho, es el layering, o el arte de superponer. En la ropa, esto significa sumar capas livianas como, por ejemplo, kimonos, camisas abiertas o gasas translúcidas que aportan volumen sin dar calor. Pero el layering también aparece en los accesorios y, de hecho, es ahí donde gana más personalidad.
Mariela Parrado, creadora de la marca de accesorios Boho Mood, explica, “la tendencia en accesorios es el layering, es decir, usar distintas capas de collares. Lo ideal es usar cuatro juntos y jugar con los tamaños, largos y colores”. Esto es un gesto simple pero que transforma un look básico en uno lleno de personalidad.
Accesorios de Boho Mood @bohomoodok
Además, como afirma Maradiaga, el maximalismo en los accesorios con collares y anillos grandes, piezas con volumen en general. Y, no se puede dejar de lado la elección de los materiales en los accesorios. Parrado explica que “hay que buscar nobleza en los materiales para los accesorios, que sean resistentes. Yo elijo un baño de oro 18 que se llama goldfield, cristales, piedras naturales, cerámica y bronce, entre otros”.
Vestido de Color Uva @coloruvaoficial y collar de Milia Accesorios @milia_accesorios
“Las vírgenes están hoy en tendencia”, afirmó Parrado. Las piezas religiosas —cruces, medallas y vírgenes— ya habían tenido un gran momento entre fines de los 90 y los 2000, cuando aparecían en videoclips, pasarelas y en el estilo de celebrities que las usaban como un guiño estético más que espiritual. Hoy, esa tendencia vuelve renovada dentro del boho chic: símbolos que mezclan historia, artesanía y un toque místico reaparecen en collares y dijes.
Collares de Boho Mood @bohomoodok
En definitiva, lo que hace tan irresistible al boho chic es su espíritu libre. Es un estilo que permite mezclar sin miedo, combinar texturas, sumar capas y accesorios, y dejar que cada look se arme de manera intuitiva. Temporada tras temporada, reaparece en pasarelas, editoriales y alfombras rojas, elegido por celebridades y referentes del estilo que lo convierten en un clásico moderno. No impone reglas y quizás por eso siempre vuelve a estar de moda.







