SOJA. Especialistas aseguran que “todavía se está en fecha”.
Las últimas proyecciones del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) indican que durante el trimestre diciembre, enero y febrero se registrarán temperaturas por encima de lo normal, junto con un aumento en las precipitaciones. Sin embargo, se anticipa que el fenómeno de “La Niña” se asentará antes en el territorio argentino, entre los últimos días de noviembre y la primera semana de diciembre. El calor previsto para esta semana podría ser un anticipo de este fenómeno.
“Posiblemente comenzará dentro de poco, pero será de intensidad débil, por lo que su impacto en Tucumán y en la región será intermitente y no uniforme”, indicó Cristofer Brito, observador del SMN.
Si esta condición se combina con este noviembre “seco”, cuyos niveles de precipitación se ubicaron por debajo de los promedios habituales según cada sector, podría condicionar la campaña de granos.
Los productores comenzaron a analizar las últimas previsiones climáticas para Tucumán, el oeste de Santiago del Estero y el sur de Salta, entre otras zonas productivas, con el fin de definir su plan de manejo del suelo y la siembra de soja o maíz. Aunque no existe un alerta, se percibe cierta incertidumbre en el campo sobre el impacto en los cultivos de verano.
“La ‘Niña’ tiene mayor incidencia en la zona núcleo del país. Allí es bastante preocupante porque significa menos lluvias. En el Norte, la incidencia es menor. De todos modos, venimos con un atraso en el llenado del perfil del suelo”, dijo Hugo Meloni, presidente de la Asociación de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte (Apronor).
El productor explicó que, en general, la siembra de la oleaginosa comienza en diciembre, siempre acompañada de lluvias adecuadas. “Previamente, debe haberse registrado una acumulación de entre 50 y 100 milímetros en el perfil del suelo. Luego, lluvias adicionales de 30 a 40 mm posibilitan iniciar la siembra y permiten superar un bache de una semana o 10 días. Pero esto no está ocurriendo actualmente”, agregó.
Un aumento de la deficiencia en el perfil del suelo podría derivar en un cambio en la fecha de inicio de la siembra. Un escenario similar podría presentarse con el maíz -prevista inicialmente para fines de diciembre o enero-. “Si continuamos sin lluvias y la siembre se hace posterior a la fecha (aconsejada), existe el riesgo de que el rendimiento disminuya, como ocurre con la soja”, advirtió Meloni. Además, alertó sobre la incidencia de la “chicharrita”, que afecta al maíz sembrado a partir de enero.
Y prosiguió: “No será la primera vez que se atrasan las lluvias. Nos ha tocado sembrar el 1 de diciembre y también el 1 de enero. Todo el mundo festejando y nosotros yendo a sembrar. Esperemos que empiece a mejorar el tiempo. Por ahora, veo en los pronósticos que no pinta eso, lamentablemente”.
Sobre los desafíos económicos, Meloni señaló que “el productor, normalmente, busca apalancarse, busca créditos, sobre todo, después de años que no han sido buenos”. “Por lo general, lo consigue con las agroquímicas, que financian la cosecha. Hay que tener plata, y ello es ineludible, para pagarle a la gente y el gasoil”, dijo.
“En el Norte, se fertiliza el suelo con lo justo, mayormente, o no se hace. El promedio en Argentina: 70% de las tierras son arrendadas y el 30%, propias. En los arrendamientos, se le pone lo justo de abono, porque muchas veces te queda solo un año de arrendar, entonces no podés meter fertilizante para un tiempo mayor”, describió.
“Estamos en fecha”
“Desde el punto de vista personal, el productor ya analiza un pronóstico del tiempo a muy corto plazo, por lo errático que fueron muchas veces las proyecciones”, dijo el asesor, Felipe Goizueta, quien consideró que “hoy el productor puede sembrar lo que quiera. Está en fecha para la soja o el maíz”.
Según destacó, aún hay margen para sembrar sin pérdida de rendimiento, siempre que llueva a tiempo. “Todavía no estamos afligidos por el hecho de que tenemos unos días más para entrar en una fecha óptima, tanto para soja como maíz. Si no llueve hasta lo primeros días de diciembre, se pondría complejo el escenario. Tenemos esta semana del 24 de noviembre al 1 de diciembre, que será una especie de ventaja”, señaló.
El asesor destacó la importancia de contar con condiciones adecuadas para preparar los lotes. “Estamos unos días atrasados desde el punto de vista del control químico, porque no hubo ambiente para aplicar (herbicidas). Si empieza a llover a inicios de diciembre, podremos sembrar cualquier cultivo”, subrayó. Además, indicó que “la siembra podría generalizarse recién entre el 15 y el 30 del próximo mes”.
Goizueta alertó sobre los riesgos si se pierden esas fechas. “¿Cuándo se te empieza a achicar la soja? Cuando no llueve en diciembre. ¿Cuándo se te empieza a achicar el maíz? Cuando no llueve en enero. Y esto sería una catástrofe. Pero todavía podemos sembrar de acuerdo con lo planificado. Sí estamos entre 15 y 20 días atrasados en el control químico de los barbechos, al no tener condiciones ambientales para aplicar los productos químicos”, insistió al final.







