Consensos frágiles y nuevos fondos verdes en la COP30

La cumbre climática de Belém dejó avances moderado y persistieron los desacuerdos sobre los combustibles fósiles.

INSTITUCIONAL. El documento “Mutirão” llamó a triplicar la financiación para la adaptación ambiental. INSTITUCIONAL. El documento “Mutirão” llamó a triplicar la financiación para la adaptación ambiental. AFP
24 Noviembre 2025

La Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre el cambio climático en Belém, Brasil, concluyó con resoluciones adoptadas por consenso entre los Estados miembros de Naciones Unidas, así como a compromisos voluntarios asumidos fuera del proceso formal de negociación.

Los tres principales resultados, los más polémicos, se adoptaron en un documento denominado “Mutirão”, término derivado de una palabra indígena que alude a la discusión en común, con el fin de expresar el espíritu de las negociaciones impulsadas por la presidencia brasileña.

Abandonar los fósiles

La COP30 adoptó el lanzamiento de una “iniciativa voluntaria” para los países que deseen colaborar con una mayor reducción de su contaminación por carbono con el fin de limitar el calentamiento global a 1,5 °C por encima de los niveles del siglo XIX.

La iniciativa debe “tener en cuenta” el compromiso asumido en la COP28 de 2023 de abandonar gradualmente los combustibles fósiles, aunque sin utilizar este término tan delicado, que amenazaba con descarrilar las negociaciones.

Un informe sobre estos esfuerzos, que incluye dos “sesiones informativas” en junio y noviembre de 2026, debe ser presentado en la COP31.

A pesar de la presión de más de 80 países europeos, latinoamericanos e insulares, la conferencia no adoptó una “hoja de ruta” explícita para la salida de las energías fósiles.

En respuesta, el presidente brasileño de la COP30, André Correa do Lago, anunció el sábado su intención de lanzar una sobre este tema, así como otra contra la deforestación, para los países voluntarios. Pero esto no será en ningún caso una decisión general de los países de la COP.

Triplicar ayuda

El Mutirão pide “esfuerzos para al menos triplicar” en diez años la ayuda financiera para la adaptación de los países en desarrollo para el año 2035, en comparación con el objetivo de 40.000 millones al año para 2025.

Esta ayuda es responsabilidad de los países desarrollados, que no lograron incluir que el objetivo también implique las contribuciones voluntarias de países emergentes ricos como China.

Tensiones comerciales

Por primera vez, las tensiones comerciales mundiales serán objeto de un “diálogo” durante tres años en el marco de las negociaciones climáticas.

Esta novedad es la victoria política que buscaba China, que desde hace tiempo, junto con otros países emergentes exportadores como India, intentaba cuestionar en las COP las barreras comerciales ambientales, en particular el impuesto al carbono en las fronteras de la Unión Europea.

Fondos para bosques

Fuera de las decisiones oficiales de la COP, Brasil lanzó un fondo de nueva generación para proteger los bosques: se invertirá en los mercados y las ganancias se utilizarán para compensar a los contribuyentes y a los países en desarrollo, según la cantidad de hectáreas de bosques efectivamente protegidas.

Ha recaudado aproximadamente 5.500 millones de dólares en compromisos iniciales de contribuciones, distribuidos en los próximos años y con condiciones diversas según los países: Brasil (1.000 millones de dólares), Noruega (3.000 millones de dólares), Alemania (1.000 millones de euros), Indonesia (1.000 millones de dólares), Francia (hasta 500 millones de euros), Portugal (un millón de euros).

A largo plazo, Brasil desea recaudar 125.000 millones de dólares.

Compromisos

Han surgido varios compromisos voluntarios de países respecto al metano -el segundo gas de efecto invernadero más importante después del CO2-, el cuadruplicamiento de los “combustibles sostenibles”, o incluso el carbón, con el anuncio de Corea del Sur de su eliminación progresiva en sus centrales eléctricas.

Postura argentina

Argentina planteó reservas a la declaración final de la COP30 de Belém este sábado, un texto aprobado por consenso y que omite mencionar una hoja de ruta para que todos los países abandonen las energías fósiles.

La decisión principal de la COP30, bautizada por la presidencia brasileña como “Mutirao mundial”, una expresión indígena que alude al consenso, “debe ser interpretada en función de la legislación nacional”, declaró Eliana Saissac, directora de Asuntos Ambientales de la cancillería.

La decisión “Mutirao” saluda el décimo aniversario del histórico Acuerdo de París de lucha contra el cambio climático y propone acelerar su implementación de forma “voluntaria”.

El gobierno ultraliberal de Javier Milei se ha mostrado reticente a los acuerdos climáticos y su participación en la COP30 se mantuvo en el aire durante meses.

Argentina, avisó la representante de la cancillería, también considera que toda la parte de la declaración conocida como “género y clima” como confusa y no se siente vinculada por su lenguaje.

“El lenguaje aquí va más allá del lenguaje acordado” en citas previas para preparar esta COP30, alertó Saissac.

Argentina, el Vaticano o Irán pelearon en esta COP de la Amazonía por introducir una aclaración en todo el capítulo de género para descartar el lenguaje no binario.

Esas delegaciones buscaban una mención específica, a pie de página, que aclarara que al hablar de género, los casi 200 países presentes se referían a “hombres y mujeres”.

Conclusiones

La declaración final adopta un “plan de acción” entre 2026 y 2034 para monitorear el impacto específico “entre mujeres y chicas”, en particular de pueblos indígenas, del cambio climático.

Ese documento final no incluye ninguna aclaración sobre género a pie de página, comprobó la AFP.

Las decisiones de las conferencias de partes (COP) de la ONU son vinculantes de acuerdo al derecho internacional, aunque el grado de obligación es objeto de disputas entre los países miembros.

Si bien el “Mutirão” evitó retrocesos y permitió acuerdos por consenso, también expuso los límites del sistema multilateral para impulsar decisiones contundentes frente a la crisis climática. Con la lupa puesta en la implementación y en las nuevas negociaciones que se abrirán camino hacia la COP31, el desafío será transformar estos gestos y promesas en acciones concretas que permitan cumplir -o al menos acercarse- al objetivo crítico de 1,5 °C.

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