Atlético inicia una semana crucial tras el cierre de una temporada complicada. La derrota contra Lanús no sólo marcó el final de un año cargado de problemas deportivos y tensiones internas, sino que también abrió una etapa de definiciones urgentes para el futuro inmediato en lo futbolístico. Desde mañana, el “Decano” comenzará a transitar días intensos en lo deportivo, lo institucional y lo económico, con reuniones, entrenamientos y decisiones de fondo que definirán el rumbo de cara a 2026.
El plantel volverá a entrenarse este lunes a las 9 en el complejo "José Salmoiraghi", mientras que el cuerpo técnico se mantiene en estricta reserva. Hugo Colace no dará a conocer ningún detalle de la planificación hasta que la comisión directiva confirme (o no) su continuidad al frente del primer equipo. Puertas adentro, el entrenador ya presentó un proyecto completo junto a su equipo de trabajo, pero nada saldrá a la luz hasta recibir el aval dirigencial.
En esta jornada también se realizará una reunión de la comisión directiva, clave para entender hacia dónde se encamina la decisión. Aunque nadie lo oficializa, los dirigentes de mayor peso dentro del club están inclinados a respaldar a Colace, cuyo principal capital es el conocimiento profundo del día a día de Atlético (sus estructuras, los juveniles, la realidad económica y el estado real del plantel). Ese factor pesa, y mucho, de cara a un año en el que el club arrancará condicionado por la tabla de promedios. A la próxima temporada de la Liga Profesional, Atlético la comenzará entre los últimos 10 equipos, lo que puede llegar a comprometerlo con el descenso.
En caso de confirmarse su continuidad, la idea central de Colace es clara. Un mercado de pases corto, con pocos refuerzos pero apuntados a posiciones críticas (arqueros y delanteros), y una fuerte apuesta a los juveniles de la Reserva, con la intención de subir a Primera a los 11 titulares del equipo que compitió este año. Muchos de ellos ya vienen entrenándose con el plantel profesional y forman parte de la estructura que el entrenador considera necesaria para encarar un año complejo y que podría tener recursos acotados.
Mientras tanto, el cierre de la temporada abre un panorama de altas, bajas y contratos por resolver. Entre las salidas confirmadas o prácticamente cerradas, Matías Mansilla volverá a Estudiantes y Juan González culmina su vínculo. En tanto, Tomás Durso finaliza su préstamo y deberá resolver su situación con Unión. En defensa, Damián Martínez y Miguel Brizuela terminan contrato en diciembre, mientras que Marcelo Ortiz aún no tiene definida su continuidad. En el mediocampo, Carlos Auzqui también finaliza su vínculo, y surge la posibilidad de que Adrián Sánchez sea transferido en este mercado. En la delantera, la situación es aún más delicada: Leandro Díaz y Lisandro Cabrera están a punto de finalizar sus contratos, lo que deja al club con apenas tres delanteros confirmados: Mateo Bajamich, Ramiro Ruiz Rodríguez y el juvenil Carlos Abeldaño.
A todo esto se suma un frente igual de complejo: lo económico. Atlético deberá resolver cómo hará frente al pago de los sueldos de octubre, noviembre y diciembre, además del aguinaldo, en un contexto de presupuesto elevado y resultados deportivos muy inferiores a lo esperado. La temporada dejó un impacto fuerte en las finanzas de un club que gastó mucho y obtuvo poco, y que ahora necesita ordenar sus compromisos para encarar con firmeza un 2026 cargado de obligaciones.
Con entrenamientos confirmados, la reunión dirigencial en agenda y un plantel lleno de interrogantes, Atlético transita una semana de definiciones que marcarán su futuro inmediato. Entre la continuidad del cuerpo técnico, las renovaciones, la llegada acotada de refuerzos y la necesidad de equilibrar los números, el “Decano” entra en días en los que cada decisión será determinante de cara a un año que no admite margen de error. (Producción periodística: Carlos Oardi)






