Comparto en un todo la opinión republicana de Juan Roberto Robles (carta “El retorno de los brujos”, 15/11), con respecto a la sentencia de un joven magistrado. Quizás por su inexperiencia, u obediencia debida a su superior, emitió una resolución insólita, violatoria del derecho y las garantías constitucionales. Lo que a Robles le llama la atención es el silencio de los que él nombra en su carta; le agrego: faltan los partidos políticos, la Universidad con sus cátedras de Derecho Constitucional, como así de políticos. Hace días fui el único que hacía notar la conducta de este magistrado; los otros, silencio, todo producto a la escasa capacidad cívica y degradación institucional que padecemos. Hoy trae al recuerdo de personas que ni saben de la historia ni de haber militado en contra de la dictadura. Esto es un resabio de esas conductas.
José Luis Avignone
Marcos Paz 922 - S. M. de Tucumán






