Inauguraron en la peatonal una escultura de Don Rojas, el señor de los cubanitos

El famoso vendedor ambulante falleció hace un año. Fue un ícono del microcentro tucumano.

INOLVIDABLE. La escultura de Don Rojas fue ubicada a metros del cruce de las peatonales Mendoza y Muñecas. INOLVIDABLE. La escultura de Don Rojas fue ubicada a metros del cruce de las peatonales Mendoza y Muñecas. FOTO GENTILEZA DE LA MUNICIPALIDAD DE LA CAPITAL
13 Noviembre 2025

Con su impecable traje, moño y una sonrisa que parecía eterna, Don Rojas se convirtió durante décadas en una figura entrañable del microcentro tucumano. En la tarde de ayer, a un año de su fallecimiento, la Municipalidad de la capital rindió homenaje a quien fuera conocido como “el señor de los cubanitos”, inaugurando una escultura en su honor en plena peatonal Muñecas, donde solía apostarse a lo largo de buena parte de su vida.

La ceremonia reunió a funcionarios, familiares, artistas y vecinos que se acercaron para recordar a Carlos Rojas, fallecido el 13 de noviembre de 2024, a los 88 años. Durante el acto, los transeúntes pudieron revivir una de las postales más dulces de la ciudad: se repartieron cubanitos rellenos de dulce de leche, en memoria de aquel vendedor que se transformó en parte del paisaje urbano tucumano.

“El patrimonio de nuestra ciudad no son solamente los edificios, la historia, sino que también son las personas. Como bien dice nuestra intendenta Rossana Chahla, la ciudad bella la hacen las personas bellas”, expresó el secretario General del municipio, Rodrigo Gomez Tortosa. El funcionario destacó además que “Don Rojas es un ícono, parte de la identidad de Tucumán y del patrimonio cultural de la ciudad; ya que generaciones de niños, de adultos mayores actuales y demás, en algún momento se cruzaron con él y disfrutaron de sus cubanitos de dulce leche”.

HOMENAJE. La escultura de Don Rojas fue inaugurada a un año de su fallecimiento. HOMENAJE. La escultura de Don Rojas fue inaugurada a un año de su fallecimiento. FOTO GENTILEZA MUNICIPALIDAD DE SMT

La escultura fue realizada por Celeste Rojas y Jacob Paz, quienes trabajaron a partir de fotografías y relatos de quienes conocieron al recordado vendedor. El resultado fue una pieza en resina que busca capturar no solo su imagen, sino también su espíritu laborioso y optimista. “Tiene mucha investigación, mucha recopilación de datos, dibujos, en el modelado probamos un montón de rostros. Esta escultura forma parte de la cultura del tucumano y le dimos un significado: que sea como un monumento al trabajo”, explicó Paz.

“Estamos felices por el trabajo. Espero que a los tucumanos también les guste y disfruten de esta hermosa escultura en honor a alguien que forma parte de nuestro paisaje urbano y que mucha gente lo va a recordar como la persona que era: un trabajador y muy buena persona”, agregó Celeste Rojas.

La historia de Don Rojas comenzó en 1963, cuando decidió que vender cubanitos podía ser un acto de elegancia. Mientras otros vendedores ambulantes vestían de manera informal, él se presentó ante el público con traje, moño y una bandeja repleta de dulzura. Detrás de su figura distinguida se escondía una vida marcada por el esfuerzo: huérfano desde joven, encontró en ese oficio su sustento y su arte. Su legado, ahora inmortalizado en la peatonal, recuerda que la elegancia también puede venderse en cubanitos con dulce de leche.

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