Atlético Tucumán mostró viejas falencias ante Independiente y perdió terreno en su pelea por los playoffs

El estreno de Hugo Colace como DT no alcanzó para cambiar la imagen del equipo, que volvió a sufrir errores defensivos y terminó con nueve jugadores en Avellaneda.

NOCHE COMPLICADA. Independiente fue más efectivo y dejó sin respuestas al equipo de Hugo Colace en su estreno como técnico en la máxima categoría NOCHE COMPLICADA. Independiente fue más efectivo y dejó sin respuestas al equipo de Hugo Colace en su estreno como técnico en la máxima categoría Foto de Matías Napoli Escalero/Especial para LA GACETA

El estreno de Hugo Colace en la Primera de Atlético Tucumán no fue el soñado. En Avellaneda, el “Decano” sufrió demasiado, perdió 3-0 ante Independiente y acumuló su tercera derrota consecutiva. Ni el cambio de entrenador, ni el regreso de Renzo Tesuri, ni la ilusión de empezar un nuevo ciclo pudieron revertir una noche que se tornó cuesta arriba desde el comienzo.

Durante la semana, Colace había dejado en claro cuál sería su punto de partida: intentar trasladar a la Primera la identidad que lo hizo destacarse en la Reserva. Su 4-3-3, pensado para presionar alto, abrir la cancha y atacar con amplitud, asomaba como una apuesta atractiva. Pero el debut lo obligó a improvisar: la suspensión de Nicolás Laméndola y la falta de extremos naturales lo llevaron a modificar sobre la marcha. Al final, terminó inclinándose por una formación más cercana al esquema de Lucas Pusineri, con un 4-4-2 que mutaba en función de la pelota y con Ramiro Ruiz Rodríguez como comodín.

Atlético llegó al Libertadores de América cargando dos derrotas (ante Instituto y San Lorenzo) y la necesidad urgente de sumar. “El grupo está bien y comprometido”, había dicho Kevin López antes del partido. Sin embargo, en la cancha la historia fue distinta. Al equipo le costó encontrar ritmo, tardó minutos en recuperar la pelota y segundos en perderla. Cada avance de Independiente fue un problema.

A los 14 minutos apareció la primera clara del “Decano” donde una buena combinación entre Damián Martínez, Ruiz Rodríguez y López terminó con un remate del mediocampista que Rodrigo Rey contuvo con una atajada firme. Fue un espejismo. Minutos después, todo se derrumbó. Primero, un error de Marcelo Ortiz en la salida derivó en el gol de Gabriel Ávalos, tras una asistencia de Felipe Loyola. Y poco después, otro golpe donde Loyola volvió a ser protagonista con un centro preciso que Matías Abaldo transformó en el 2-0.

En medio del desconcierto, Leandro Díaz fue amonestado por una dura falta sobre Kevin Lomónaco, en una jugada que pudo terminar peor. Atlético se fue al descanso sin respuestas y con la sensación de que el partido ya estaba demasiado lejos.

Cambios y más tropiezos

Para el segundo tiempo, Colace movió el banco: ingresaron Franco Nicola y Lautaro Godoy en lugar de Mateo Bajamich y López. El equipo mostró algo más de decisión, incluso tuvo dos chances claras (una de Ruiz Rodríguez y otra de Ortiz), pero otra vez se topó con un Rey imbatible. El arquero “rojo” fue figura y le negó el descuento a Atlético en los momentos clave.

A los 60 minutos, el panorama se complicó aún más con la expulsión de Ignacio Galván, que vio la roja directa por un fuerte pisotón sobre Leonardo Godoy. Con uno menos, el técnico buscó reacomodar las piezas: salieron Ruiz Rodríguez y Adrián Sánchez, e ingresaron Guillermo Acosta y Miguel Brizuela. Pero nada cambió. El dominio siguió siendo de Independiente.

A los 74 minutos, el debut del entrenador tuvo su único momento luminoso: el regreso de Tesuri, que volvió a jugar oficialmente después de casi nueve meses, tras aquella rotura de ligamentos del 4 de febrero ante Riestra. Entró por Ortiz, con la esperanza de recuperar algo de frescura en ataque. Pero ni la emoción de su regreso alcanzó para cambiar el destino.

El golpe final

A los 43 minutos, cuando el partido ya se deslizaba hacia el final, llegó la segunda expulsión con Clever Ferreira sancionado con roja directa por sujetar de los hombros a un rival dentro del área. Atlético se quedaba con nueve jugadores y un penal en contra. El penal lo ejecutó Ávalos, y Matías Mansilla, en una de las pocas buenas noticias de la noche, lo contuvo con una atajada firme. Pero poco antes, Loyola había marcado el tercero, de cabeza, para sellar la historia.

¿Pudo Atlético haber ganado o empatado? Tal vez. Tuvo sus momentos, pero se chocó con un equipo más decidido y con un arquero en estado de gracia. El problema no fue el dibujo táctico ni el nuevo DT. Colace respetó lo trabajado durante el año, no impuso de entrada su 4-3-3 y buscó mantener el orden. Pero el equipo, aun así, volvió a mostrar fragilidad, esa costumbre de complicarse en los partidos que, en teoría, parecen más accesibles.

Como ironizó un lector durante la transmisión en vivo: “En el Día de los Muertos, Atlético los resucita”. No hay violencia en la frase, solo una descripción descarnada del presente “decano”. Los que llegan golpeados a enfrentarlo suelen irse revitalizados; los que pelean por no caer, lo hacen parecer un gesto de caridad.

El cierre del Clausura no da margen para el lamento. Quedan dos partidos: Godoy Cruz en el José Fierro y Lanús en Buenos Aires. Si Atlético quiere soñar con los playoffs, tendrá que reaccionar ya. Porque por más que Colace tenga una idea y una promesa de identidad, los resultados no esperan.

Comentarios