¿Qué se analizó en el asado de gobernadores, tras la cumbre con Milei?

Los mandatarios analizan la conformación de un interbloque en el Congreso y la nueva etapa en la relación con la Casa Rosada.

¿Qué se analizó en el asado de gobernadores, tras la cumbre con Milei?

Fue otro clima. Era otro Presidente. Con esa sensación, los gobernadores salieron ayer de la Casa Rosada, tras la cumbre que mantuvieron con el jefe de Estado nacional, Javier Milei. Las coincidencias se dieron anoche, asado de por medio, entre un grupo de mandatarios provinciales que comenzaron a vislumbrar una estrategia conjunta para la segunda etapa de sus mandatos, de cara a 2027. El tucumano Osvaldo Jaldo fue uno de ellos. Entre otros, de esa cena de camaradería también participaron el jujeño Carlos Sadir, el salteño Gustavo Sáenz, el catamarqueño Raúl Jalil, el rionegrino Alberto Weretilneck, el misionero Hugo Passalacqua y el sanjuanino Marcelo Orrego.

Sorprendió la receptividad del mandatario nacional. “No era el mismo de la campaña. Nos escuchó más de dos horas y eso es lo valorable”, se dijo en el encuentro posterior a la cumbre que se hizo en la Sala Eva Perón del edificio emplazado en Balcarce 50 de la capital porteña. Milei necesita de los gobernadores como éstos del Presidente.

Santiago es un nombre que estuvo en boca de todos. Santiago es Caputo y, en el ámbito oficialista, está llamado a ser uno de los hombres del recambio. En particular, como probable ministro del Interior. Nada está definido aún; hace al ámbito de reacomodamiento de la gestión libertaria. Los gobernadores tienen sintonía con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos y, en algunos casos, con el actual titular de la cartera del Interior, Lisandro Catalán. Otros, extendieron sus tentáculos hacia el edificio que está frente a la Rosada, el Palacio de Hacienda. En ese lote se suma Jaldo, que mantiene un buen diálogo con el ministro Luis Caputo. No es un dato menor. El jefe de Economía es el que tiene la llave del financiamiento para las grandes obras públicas. Por el momento, Tucumán no requiere mayores asistencias financieras nacionales para cubrir gastos corrientes. Los sueldos están asegurados al menos hasta fin de año. El equilibrio fiscal es fundamental para estar en la consideración nacional. El propio Milei reiteró que el ancla fiscal no se negocia, tal como lo dejó grabado en el Pacto de Mayo. Jaldo y su ministro de Economía, Daniel Abad, han mantenido esa premisa. El proyecto de Presupuesto provincial para 2026 mantiene el equilibrio en las cuentas públicas. El gasto total para el año que viene roza los $ 4 billones y es probable que esa cifra se ajuste. El celo que le puso el Poder Ejecutivo a la difusión de la iniciativa que hoy ingresará a la Legislatura es inédito. Hasta último minuto se negociarán los recortes. Antes, el propio gobernador ese el que debe dar el visto bueno con las gestiones que encaró a nivel nacional. Probablemente las obras públicas tengan financiamiento federal, con créditos internacionales. El gobernador y Abad tienen previsto detallar las cifras del proyecto el próximo lunes, en una conferencia de prensa.

Jaldo quiere que el penúltimo año de su primer mandato sea el del inicio de esos trabajos, particularmente en grandes infraestructuras viales, hídricas y energéticas, aquellas que se vienen prometiendo desde hace meses. El aeropuerto internacional Benjamín Matienzo será remodelado desde el mes que mañana se inicia. Sin embargo, para tomar vuelo, se necesita despejar los nubarrones políticos.

El primero que Jaldo está dispuesto a sacar del firmamento peronista es el kirchnerismo. En reiteradas oportunidades, el mandatario aclaró que es peronista y que no comulga con Cristina Fernández de Kirchner. Tampoco hay cercanía política con el bonaerense Axel Kicillof, ausente en la cumbre de ayer, aunque de vez en cuando hay mensajes entre ambos o contactos con la vicegobernadora de Buenos Aires, Verónica Magario. El tranqueño asegura que reivindicó la chapa de referente justicialista sin padrinazgos partidarios el mismo domingo de las elecciones. Está convencido que, si no se hubiera presentado en la lista de Tucumán Primero, el resultado electoral hubiese sido menos holgado que el 50,6% de los votos obtenidos.

El segundo banco de nubes es más institucional. Los gobernadores dialoguistas diseñan una estrategia colectiva para sentarse a negociar con el Poder Ejecutivo nacional. El peso específico de sus distritos en el Congreso es una tentación para Milei que, más que siempre, necesita de votos afirmativos en el recinto para avanzar con las reformas previsional, impositiva y laboral. Una de las alternativas en cuestión es conformar un interbloque que, en principio, contaría hasta ahora con 20 escaños en la Cámara de Diputados y una decena de senadores en la Cámara Alta. Esta conjunción de voluntades no quiere decir que los integrantes le dirán sí a todo lo que mande la Rosada; quieren tener voz en la redacción antes de dar el voto. Es un punto de partida, de la misma manera que planea Provincias Unidas, el bloque de mandatarios que no tuvo una buena perfomance en los comicios del domingo. Si bien el “bloque del norte + aliados” tiene intenciones de accionar coordinadamente con los del centro, las realidades de ambos grupos son completamente diferentes. La reparación histórica no llega y la Pampa Húmeda recoge los frutos de una economía que tiende a reactivarse más rápido que el resto de las zonas de la Argentina.

El reclamo de más federalismo en las decisiones nacionales es constante. Independientemente de la acción conjunta, el gobernador tucumano mantendrá contactos personales con el gabinete de Milei para afianzar las relaciones institucionales. Como dijo después de la cumbre, “así como estamos dispuestos a acompañar, también esperamos la reciprocidad del Gobierno nacional para con el pueblo tucumano”. Le quedan dos años de gestión del primer mandato. Hasta 2027, el gobernador guardará la tijera de campaña con la que prometió cortarle la peluca al economista libertario. Así se lo dijo al saludarlo ayer al inicio de la reunión. Las risas de los videos difundidos oficialmente evidenciaron que el tiempo electoral ya pasó y que no se prevé mayores roces políticos entre ambos. Las necesidades son mutuas.

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