

Las elecciones legislativas 2025 dejaron un dato preocupante: la participación electoral alcanzó apenas el 66% del padrón, la cifra más baja desde la recuperación democrática en 1983. El número confirma una tendencia descendente en la concurrencia a las urnas que se viene registrando en la última década.
Durante la jornada, la Dirección Nacional Electoral (DINE) fue informando los diferentes cortes de asistencia:
A las 12:00, había votado el 23% del padrón.
A las 15:00, el 41,7%.
A las 17:00, el 58,5%.
El dato final consolidó el retroceso en la participación ciudadana, reflejando un menor interés del electorado frente a los comicios anteriores.
La tendencia a la baja en la participación
Según un estudio del Observatorio de Calidad Institucional (OCI) de la Universidad Austral, elaborado por el especialista Marcelo Bermolén, la caída en la participación “ya se perfilaba como un fenómeno generalizado”. El informe —titulado “Proyección de participación y análisis del comportamiento de los oficialismos en elecciones de medio término”— analizó diez elecciones provinciales desdobladas de 2025 y detectó un promedio de asistencia del 59,37%.
Distritos como Chaco, Santa Fe y la Ciudad de Buenos Aires registraron niveles particularmente bajos, con uno de cada dos votantes habilitados sin concurrir a las urnas.
“La desconfianza, la apatía y la rebeldía frente a las fuerzas políticas tradicionales se expresan hoy también en las urnas vacías”, había anticipado Bermolén.
La cifra final del 66% confirma esa proyección y representa una caída de más de cuatro puntos respecto a las presidenciales de 2023 (77,67%), y de casi cinco puntos frente a las legislativas de 2021 (71,8%).
Buenos Aires y el nuevo mapa de la participación
La provincia de Buenos Aires, el distrito más grande del país, acompañó la tendencia nacional. La asistencia fue del 65%, sobre un padrón de más de 14,3 millones de votantes, muy por debajo del promedio histórico bonaerense: 79,01% en elecciones ejecutivas y 77,46% en legislativas.
Desde el pico de participación legislativa de 1987 (84,74%), la curva descendente fue constante, con pocas excepciones como 2017 (77,61%) y 2021 (71,83%).
Un reflejo del desencanto político
La baja concurrencia refleja una creciente desafección social hacia la política, en un contexto marcado por el desencanto con las instituciones, la crisis económica y el escepticismo hacia las fuerzas tradicionales.
Con una participación que apenas supera los dos tercios del padrón, la democracia argentina atraviesa uno de sus pisos históricos, un desafío que interpela tanto a los partidos como al sistema político en su conjunto.







