Un grupo de astrónomos internacionales informó la detección de un pulso de radio “enigmático” que parece coincidir con la órbita del cometa interestelar 3I/ATLAS, un cuerpo celeste que viaja a través del Sistema Solar en una trayectoria hiperbólica.
Según los reportes iniciales, el pulso presenta un desplazamiento Doppler, es decir, una variación en la frecuencia que sugiere que la fuente de la señal se mueve a gran velocidad. Los científicos aún no descartan que se trate de una interferencia natural, aunque algunos teóricos consideran la posibilidad de que el objeto esté reaccionando a los radares terrestres o incluso enviando señales hacia su punto de origen.
“A pesar de la débil intensidad, el patrón observado es sorprendentemente constante”, señalaron los investigadores, quienes describieron el fenómeno como “una posible forma de comunicación no confirmada”.
Qué dicen los astrónomos sobre el “mensaje” del cometa 3I/ATLAS
La comunidad científica se mostró dividida ante el hallazgo.
El sector más conservador advierte que “estos supuestos pulsos podrían ser resultado de interferencias naturales o errores de medición”, y que por ahora no existe evidencia que respalde la hipótesis de una señal inteligente.
Sin embargo, los astrónomos más abiertos a interpretaciones alternativas sostienen que la regularidad del patrón de ondas no puede atribuirse únicamente al ruido cósmico.
El origen del cometa 3I/ATLAS: un viajero milenario del cosmos
El cometa 3I/ATLAS (oficialmente designado como C/2019 Y4 antes de su fragmentación y posterior observación interestelar) es considerado por los astrofísicos como un “viajero milenario”, posiblemente formado en los albores de la Vía Láctea.
Medios especializados como Sky at Night Magazine y Planetary Society aseguran que su trayectoria hiperbólica y su composición rica en hielo apuntan a un origen más allá del disco galáctico, en las regiones más antiguas y frías del cosmos.
Los cálculos actuales estiman que su núcleo mide más de 5 kilómetros de diámetro, lo que lo convierte en el más grande de los tres objetos interestelares detectados hasta la fecha, junto a ‘Oumuamua (2017) y 2I/Borisov (2019).
Una edad que duplica la del Sol
Aunque su órbita actual lo sitúa en el disco delgado de la Vía Láctea —una región rica en estrellas jóvenes—, los modelos sugieren que el cometa podría haberse originado en la frontera con el disco grueso, donde predominan cuerpos más antiguos y pobres en metales.
Según las estimaciones, el 3I/ATLAS tendría una edad de unos 10.000 millones de años, más del doble que el Sol, lo que refuerza su valor científico y su potencial para revelar información sobre los orígenes del universo.
La NASA aclara: no hay riesgo de colisión con la Tierra
Ante la repercusión que generó la detección del pulso, la NASA aclaró que no existe ningún riesgo de impacto del cometa 3I/ATLAS con la Tierra. Su trayectoria es altamente hiperbólica, lo que significa que no quedará atrapado por la gravedad del Sol y continuará su viaje hacia el espacio interestelar.
El organismo estadounidense también recordó que no es el único visitante cósmico en camino: nuevas observaciones sugieren que otros cuerpos interestelares podrían ingresar al Sistema Solar en los próximos años.







