CERRADO. El incidente obligó al desalojo del museo ubicado en el corazón parisino. FOTO TOMADA DE INFOBAE.COM
Un robo de joyas sacudió este domingo al Museo del Louvre en París, obligando al cierre total del recinto más visitado del mundo. Según confirmó el ministro del Interior francés, Laurent Nuñez, los delincuentes sustrajeron “joyas de valor inestimable” en una operación perfectamente planificada que “duró siete minutos”.
En declaraciones a France Inter, Nuñez precisó que los ladrones ingresaron al edificio “desde el exterior utilizando una plataforma elevadora”, y calificó el episodio como un “gran robo”. De acuerdo con el funcionario, el grupo había efectuado “labores de reconocimiento previas” y empleó una radial para cortar los cristales de seguridad y acceder al interior del museo.
La policía parisina acordonó rápidamente los alrededores y cerró los accesos al Louvre, ubicado en el corazón de la capital francesa, mientras miles de turistas eran evacuados. En su cuenta oficial de X, el museo informó que permanecería cerrado por “razones excepcionales”, aunque no ofreció detalles sobre las piezas robadas ni sobre el alcance de los daños.
ROTA. La corona de la emperatriz Eugenia fue encontrada horas más tarde. FOTO TOMADA DE ELCOMERCIO.PE
Según el diario Le Parisien, los asaltantes ingresaron por la fachada que da al río Sena, actualmente en obras, utilizando un montacargas de construcción para alcanzar la Galerie d’Apollon, donde se exhiben parte de las Joyas de la Corona francesa. El medio detalló que los ladrones rompieron ventanales y sustrajeron “nueve piezas de la colección de joyas de Napoleón y la emperatriz”, entre ellas la corona de la emperatriz Eugenia, que fue hallada rota fuera del museo horas después. Afortunadamente, no se registraron heridos durante el ataque.
El Louvre alberga más de 33.000 piezas, desde antigüedades mesopotámicas hasta obras maestras como la Mona Lisa, la Venus de Milo y la Victoria de Samotracia. Sin embargo, los objetos de pequeño tamaño, como joyas, medallas y piezas de orfebrería, representan un desafío constante para la seguridad del museo por su facilidad de transporte y su enorme valor en el mercado negro.
La Galerie d’Apollon, escenario del robo, es uno de los espacios más emblemáticos del Louvre y puede recibir hasta 30.000 visitantes diarios. Allí se conservan joyas de la Corona francesa, relicarios, miniaturas y fragmentos arqueológicos, muchos de ellos únicos en el mundo.
El museo cuenta con antecedentes de robos históricos: en 1911, la Mona Lisa fue sustraída por Vincenzo Peruggia y recuperada dos años después en Florencia. También en 1983 desaparecieron dos piezas de armadura renacentista que solo fueron halladas décadas más tarde.
Las autoridades francesas han desplegado un amplio operativo para recuperar las piezas robadas y dar con los responsables de este nuevo robo de joyas que reaviva los temores sobre la seguridad del Louvre en París.






