Visto y considerando el pobre presente del equipo Alpine y de su modelo A525, que Franco Colapinto haya logrado avanzar a la Qualy 2 del Gran Premio de Estados Unidos, en Austin debe tomarse como un gran resultado. Y que, si a ello se le suma que ocupó el puesto 14 en la carrera Sprint también de ayer, aunque no haya pasado a nadie, también suma. Con la mano en el corazón, es lo que hay.
"No es que no tuve ritmo; no estoy cómodo con el auto y me está costando ganar esa confianza que había conseguido en las últimas carreras. Me cuesta ser consistente y no cometer errores con un coche así de difícil de manejar. A trabajar para que el domingo sea un mejor día", dijo el bonaerense, mitad resignado, mitad enojado, con los resultados logrados durante el sábado en el caliente asfalto del “Circuito de las Américas”. ¿Hacen falta más detalles?
El auto indócil del viernes, sobre todo en la parte trasera, no auguraba buenos resultados para Colapinto, ni en el Sprint ni en la clasificación. Pero el piloto de 22 años deja aflorar dignidad, arrojo y resiliencia en cada metro de pista. De tanto intentar que el Alpine se mantenga en el gris asfalto, debe terminar cada jornada con las muñecas a la miseria.
Y cuando no es el auto, es la suerte la que también conspira contra Franco. Pasó en el Sprint. Largando desde el puesto 17, delante de él de armó un desbarajuste monumental, que cobró dos “víctimas” ilustres, los pilotos de McLaren, Lando Norris y Oscar Piastri, generando una de las imágenes del año de la F-1. El bonaerense sorteó con calidad conductiva a los coches metidos en el caos (incluyendo al Sauber del alemán Nico Hülkenberg, que quedó a contramano del circuito), pero no pudo evitar que el francés Isack Hadjar le pegue de atrás con su Racing Bulls, y le produzca un pinchazo, por lo cual tuvo que entrar a boxes a cambiar neumáticos (sobre llovido…) Volvió a la pista, pero sin ritmo ni estabilidad en su bólido, terminando lejos de todos y sólo logrando avanzar posiciones por abandonos y penalizaciones. En esta exigencia, el gran ganador resultó el neerlandés Max Verstappen (Red Bull), que con su triunfo le puso “picante” a la lucha del Campeonato de Pilotos.
Al momento de clasificar, el equipo le puso al A525 de Colapinto un seteo de gran premio, quizás más pensando en la final, y esto le quitó algo de velocidad. También, de paso, decidió que pruebe cinco juegos de neumáticos, para ver cuál le sentaba mejor. Igualmente hizo un buen trabajo, superior a las prestaciones que hoy le entrega la herramienta que maneja, y así entró a la Q2. Sí lo hizo por un factor externo, porque una sanción a Alex Albon (Williams) dejó al tailandés afuera del grupo de los 15. Y en esa Q2, lo del bonaerense fue prácticamente testimonial, casi tanto como lo de su compañero de equipo, el francés Pierre Gasly, que terminó 14° y que partirá apenas un puesto adelante.
@AlpineF1Team
Hay un tema a tomar en cuenta pensando en la final que comenzará el domingo a las 16 bajo el implacable sol texano: puede que los Alpine consigan avances en situación de entrenamientos o clasificación por la pericia de sus pilotos, que se “juegan la vida” limando las décimas que vuelta a vuelta les sacan sus rivales. Pero eso no quita que en situación de carrera larga, los coches de la escudería francesa pierden rendimiento y son presa fácil de sus colegas.
Es por eso que, cada logro que consigan tanto Colapinto como Gasly deben tomarse como pequeños triunfos. No hay mucho más que lo que se ve en cada transmisión televisiva, por lo que soñar con un ingreso a zona de puntos es más un factor en el que inciden los errores o desaciertos de los demás, que los méritos propios.
En la final, será Verstappen en que tendrá la pole, con Norris y el monegasco Charles Leclerc (Ferrari) cerca de él, intentando neutralizarlo. Hay expectativa por saber qué pasará con McLaren, visto lo sucedido entre sus pilotos el sábado. Y hay curiosidad por ver si en los 5.513 metros del trazado de Austin se da una final más o menos parecida a lo que fue el trepidante Sprint sabatino. Si eso ocurre, hay espectáculo asegurado.







