POP ROCK NACIONAL. La nueva producción de Alem tiene ocho canciones, que refuerzan su identidad sonora.
“Nos volvió a pasar”, afirma Alem. La frase no refiere a algo que lamente: por el contrario, la banda tucumana presentará oficialmente su nuevo álbum a las 21 en el Teatro Manuel Belgrano (Crisóstomo Álvarez 765), anunciado como “un trabajo profundamente humano que invita a un recorrido por las emociones más intensas: amor, romance, ternura, dolor y nostalgia, con un sonido lleno de energía y optimismo”.
Formada en 2008, Alem mantiene su identidad indie rock con tintes de pop. Vladimiro Diéguez, Juan José Barrionuevo, Emmanuel Diez, Carlo Cazón, Daniela Serra y Daniel Cejas estarán en escena. El grupo grabó las ocho canciones del álbum en el Estudio Rojo a principios de agosto. “Hablo dormido”, “Dijiste que no”, “Burocracia”, “Recuerdo”, “Charme”, “Lo que sea”, “Me tranquilizo” y la que da título a la producción componen el disco. Salvo “Me tranquilizo” (de Pablo Bustos), el resto son composiciones de Dieguez, con quien habló LA GACETA.
- Reivindican hablar de lo que se siente. ¿Es fundamental en este momento?
- Alem es una banda muy emotiva, buscamos la emoción. No es una banda frívola; en nuestras letras hablamos de sentimientos, de la humanidad, desde la sencillez y la profundidad. Admiro a Atahualpa Yupanqui, que con pocas palabras te definía un paisaje perfecto. La finalidad del arte es colectiva, termina siendo de todos cuando la gente la adopta.
- ¿Hablan de lo cotidiano?
- Evocamos el primer amor, la muerte de algún familiar o una situación especial, con la nostalgia de haber ya aprendido porque la primera vez que te pasa algo, te duele, te hiere y te marca, y ya la segunda vez tenés otro nivel de entendimiento de la situación.
- Tu rol como compositor está explotado al máximo en el disco.
- Si bien soy el autor de las canciones, al final es un trabajo colectivo con el sonido, la ejecución de los instrumentos, la decisión de la producción. Y todo ese trabajo es humano. No es una computadora diciéndote cómo podés sonar. Humana es la letra de la mayoría de las canciones, algunas compuestas en la soledad de la cuarentena.
- Insistís con la idea de lo humano...
- Es que es un disco humano porque nosotros, los cantantes y compositores y músicos, somos humanos. No hay inteligencia artificial, hoy tan de moda y hasta definiendo el mercado, porque muchos productores ya agilizan el trabajo de la emotividad apretando un botón. Para Alem, el camino es todo; hasta me siento viejo al decir esto.
- ¿Se desafían con nuevas ideas en cada canción?
- Nos encontramos en nuevos paisajes que se crearon en el estudio mismo durante la grabación, que no teníamos previsto, que afloraron y también nos encantó. Es un disco de rock pop, que tiene la confirmación de la estética y del sonido Alem, una potenciación de eso, una forma de Alem al cuadrado. Hicimos lo que teníamos ganas de hacer, no lo que los algorritmos te recomiendan que hagas para que la canción se haga viral, como entradas largas o cambios de ritmo. Es un disco especial para nosotros, porque es el quinto que lanzamos, pero también entendemos que es en el cual nos encontramos trabajando ya hace mucho tiempo.
- ¿Hay un solo rock?
- Cuando digo rock me refiero al nacional, que es básicamente con el que nos criamos. Si bien todo rock latinoamericano emula al británico sobre todo o al yankee, también tenemos una identidad como rockero argentino y sin querer nos fuimos para ahí, porque evidentemente es con lo que nos crecimos escuchando.
- ¿“Nos volvió a pasar” refiere al karma argentino de volver a repetir experiencias?
- Es una canción romántica en la cual el personaje principal ya reconoce su error por segunda vez y se da cuenta de que ya no es tan error. Pero cuando la canto, en mi cabeza se me disparan cosas actuales como los jubilados peleando y la Policía pegándoles o la gente cagada de hambre... ya trasciendo el romanticismo de la canción y hoy me lleva a otros paisajes en la mente. Es inevitable por todo lo que nos pasa y nos atraviesa como la política actual de la Argentina. Siento que hay un karma nacional por ahí.
- ¿Qué está pasando en la escena musical tucumana que te interese?
- La verdad es que estoy enamorado de la nueva escena y de las nuevas bandas que hay. Yo soy de la época de cuando el bajista vivía en El Manantial y el baterista en la otra punta y era todo complicado juntarse una vez para ensayar. Aparecen lindas bandas como el Chango y las Flores, el Simio o Vipisita, que realmente sorprenden porque tocan muy bien; y además los clásicos de siempre como Estación Experimental, entre otros.
- La crisis está afectando a las industrias culturales en general. ¿Les pega a ustedes?
- Como proyecto venimos laburando muy bien, es un grupo de trabajo divino, que es importantísimo a la hora de proyectar cosas. Este año hicimos nuestro primer teatro Mercedes Sosa y actuamos en Niceto en Buenos Aires y ambas experiencias fueron alucinantes. Nos queda como proyecto sostenernos en estos tiempos difíciles para seguir creciendo. Girar es muy caro, y los megafestivales te comen mucho público en Tucumán. Queremos que nuestro Spotify explote en otros lugares, más igual o más que Tucumán, para ser nacionales y encontrar nuevas formas de comercializar nuestra música. Llevamos 20 años tocando y 16 o 17 con Alem.







