ELENCO NUMEROSO. El grupo a cargo de montar “Sweet Charity” reúne a artistas de los grupos estables de la Provincia con independientes.
En el teatro universal hay un puñado de temas recurrentes, entre los cuales el amor ocupa un lugar privilegiado, aunque el destino de lo que vaya a pasar sea incierto: que los protagonistas lo alcancen o no y los problemas y desafíos que deben atravesar para llegar al final, forman parte del atractivo de la trama.
Charity Hope Valentine es una bailarina de corazón ingenuo en busca del romance verdadero en un mundo lleno de obstáculos. Con humor, emoción y un repertorio inolvidable, el musical “Sweet Charity” cuenta su historia y celebra su esperanza y su resiliencia.
La obra es una nueva coproducción de la Fundación para el Desarrollo de las Artes Escénicas (Fundae), Rojas Tecnología para Eventos y el Ente Cultural de Tucumán, y se estrenará esta noche a las 21 en el teatro San Martín (avenida Sarmiento 601), para ofrecer sólo ocho funciones. Los socios de Club LA GACETA tienen 2x1 en entradas.
El elenco está encabezado por Andrea Barbá y lo integran artistas del Ballet Clásico, la Compañía de Danza Contemporánea, la Banda Sinfónica, el Teatro Estable y el Coro Estable de la Provincia, junto a independientes para recrear el espíritu de Broadway, con la dirección general de Sebastián Fernández y por un acuerdo con Concord Theatricals.
La trama tuvo su recorrido propio. Comenzó en el cine dramático como “Las noches de Cabiria”, coescrita y dirigida por Federico Fellini y protagonizada por Giulietta Masina, y ganó el Oscar a mejor filme extranjero en 1958. Una década después fue reformulada como musical por Peter Stone dirigido y coreografiado por Bob Fosse, quien también lo llevó al cine con Shirley MacLaine en el papel principal sobre un libro de Neil Simon, música de Cy Coleman y letras de Dorothy Fields.
En diálogo con LA GACETA, Fernández reconoce que la nueva obra es hija de la exitosa versión de “Chicago” hace exactamente un año.
- ¿Qué te interesó de esta obra en especial?
- Una de las razones por la que la elegimos fue la gran repercusión que tuvo “Chicago” el año pasado: la gente llenó la sala del teatro San Martín y nos pedía que sigamos produciendo este tipo de grandes musicales. Entonces se presentó la posibilidad de adquirir los derechos de autor de otra obra emblemática del universo Fosse; así, junto a Jorge Barnichea y Juan Logusso comenzamos a preproducirla y decidimos repetir el staff con Eugenia Rufino en la dirección coreográfica y Rodrigo Ferreyra en la preparación musical. Sumamos como coach vocal a Melina Imhoff y a Héctor Lizana en la dirección orquestal. Ricardo y Diego Rojas repiten también como productores asociados.
- ¿Ya la habías visto montada?
- Yo había visto la versión de 2006 en Buenos Aires, protagonizada por Florencia Peña, y me había gustado mucho; es un musical que condensa el ADN del estilo Fosse, tanto en las coreografías como en esa manera irónica y burlona de retratar la hipocresía de la sociedad estadounidense.
- El amor es uno de los grandes temas de la humanidad, ¿cómo lo encaran?
- Charity es una mujer profundamente identificada con el amor romántico: quiere conocer un hombre que la ame y la proteja de las hostilidades del mundo, y con quien pueda proyectar una vida por fuera de violencia machista que está impregnada en cada ámbito donde le toca estar. En nuestra puesta quedan plasmadas estas tensiones a través de las luchas cotidianas de alguien que compró las promesas del “sueño americano” y que advierte -una y otra vez- que ese mito no aplica para todos.
- ¿Buscar ese amor nos vuelve siempre ingenuos y esperanzados?
- El amor es puro cuento (y con esto solo estoy describiendo la obra): hay un velo que nos permite ver lo que queremos y ocultar aquello que no armoniza con la narración que queremos contarnos (y contarles a otros). Es una apuesta que nos compromete más allá de cualquier especulación racional: nos dejamos habitar por los relatos amorosos con los que nos hemos identificado desde niños/as. El cálculo y la especulación no son sus asuntos: “en el amor siempre se pierde”, como dice Darío Z. En “Sweet Charity” se ve resquebrajarse ese modelo de amor romántico, que está sostenido por la misma idea de progreso capitalista en un país potencia en ascenso.
- ¿Superar las dificultades y los desafíos es lo que nos mantiene vivos?
- La protagonista es un personaje encantador precisamente por su resiliencia. La vemos luchar por sus sueños desde la primera escena. Sabe que, en algún sentido, la vida pasa por secarse las lágrimas y seguir, con la sonrisa como estandarte. El humor, el optimismo y la alegría son las claves de este personaje.
- ¿Tiene el especial atractivo de los autores famosos que la crearon?
- El universo de Fosse es muy atractivo. Sus personajes son personas comunes, de carne y hueso, pero sirven para mostrar cómo la vida se juega al todo o nada en cada lucha cotidiana; cada escena revela escenarios y personajes que se recortan de una trama social de la cual son arquetipos. Sus personajes se desdoblan en las canciones y en las coreografías para mostrar que el mundo puede interpretarse como una puesta en escena o una mascarada.
- ¿Todo musical permite un distanciamiento con el drama que se cuenta?
- El formato musical habilita una dramaturgia que rompe con el realismo, habilita planos narrativos paralelos, exacerbando la subjetividad de quien lleva la acción.
- ¿Cómo fue integrar el trabajo entre artistas de distintos equipos, tanto de cuerpos estables como independientes?
- Fue una experiencia maravillosa. Desde Fundae, de unos años a esta parte, se insiste en la idea de generar condiciones para instalar una industria cultural sostenible en Tucumán, por medio de alianzas estratégicas entre el sector privado y el público. En este caso, desde el tercer sector, se ha logrado una alianza con el Ente Cultural de Tucumán y con Rojas Tecnología, y eso permite producir un espectáculo de gran escala, con actores, bailarines, cantantes, y orquesta en vivo, sumado a un gran staff que incluye utileros, maquinistas, vestuaristas, escenógrafos, diseñadores, lo que trae aparejado un importante movimiento de la economía vinculada con las artes escénicas y, a la vez, la generación de nuevos públicos que pagan su entrada para acceder a un trabajo hecho en un 100% por manos y talento tucumano.
- ¿Qué implica trabajar con el Estado en esta clase de desafíos?
- Es una aventura; los tiempos y los procedimientos del sector público son distintos en términos administrativos, pero hasta el momento lo hemos llevado bien; todo esfuerzo es poco cuando se trata de la posibilidad de trabajar con los y las artistas del Ente Cultural, que son muy profesionales y demuestran el altísimo nivel que han logrado construir en sus carreras.
- ¿Sería posible montar esta obra sin el respaldo del Ente?
- Considero que, en Tucumán, sería una empresa complicada si no se cuenta con el apoyo estatal. Es similar a lo que pasa en la ópera: son espectáculos costosos, pero es una inversión que el Estado hace junto al privado para darle la posibilidad a los tucumanos de ver este tipo de obras que el sector independiente no podría concretar fácilmente. Insisto: la alianza público-privada es muy virtuosa y creo que hay que seguir explorándola en todas sus posibilidades.
- ¿El teatro musical está consolidado en Tucumán?
- Creo que va consolidándose en los últimos años, principalmente por la aparición de las escuelas que generan un recurso humano especializado. Han surgido puestas muy profesionales y al público le gustan mucho. Es un campo muy fértil en la provincia.
En escena: actores, actrices, bailarines y músicos
El elenco de “Sweet Charity” está integrado por Andrea Barbá, Carolina Terraf, Noé Andrade, Flavia Marcantonio, Mariano Juri, Guillermo Arana, Joel Alonso Quírico, Melina Imhoff, Ruth Plaate, Francisca Kika Valero, María Pía Lorente, Fernanda Monteros, Paula Lozano, Paula Mercado, Paola Toro Tiseira, Andrés Guerrero, Richard Mendoza, Milagro Muñoz Molina, Tufí Quipildor, Alejandra Martínez, Alfredo Toti Salomón, Emiliano Núñez Campero, Franco Ríos, Facundo Basso, Ana Carolina Represas, Lucía Álvarez, Alejandra de Amicis, Sofía Fernández Cardone, María Aguilera, Gabriel Gómez y Martín Machín. El director musical es Héctor Lizana Arazo y a la banda la integran Agusto Agüero, Evaristo Moyano, Srehia Sapag, Abril Rodríguez, Lourdes Fuentes, Maxi Vece, Juan Reyna, Leo Vera, Rodrigo Noé Ferreyra, Daniel Agüero, Gonzalo Páez, Carlos Gustavo Jerez, Bruno Solito, Constanza Sicardi, Araceli Iratchet, Josías Lazarte, Enzo Zuleta, Juan Pablo Vázquez, Horacio Alemanni, Kevin Georgieff, Florencia Jiménez, Isaías Ordoñez, Lisandro García, Juan Quintero, Raúl Aguirre y Agustín Díaz.






