La explosión en la escuela Guadalupe, ubicada en el barrio porteño de Palermo, durante una feria de ciencias escolar, ya tiene una primera conclusión judicial. Las pericias oficiales determinaron que el incidente se produjo cuando un alumno de 16 años arrojó alcohol sobre un mechero que se estaba apagando, lo que generó una violenta deflagración que dejó cuatro estudiantes heridos.
Qué determinó la Justicia sobre la explosión
Según la reconstrucción preliminar de la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas N°5, a cargo del fiscal Miguel Ángel Kessler, el estudiante manipuló alcohol etílico cerca del fuego, lo que provocó una explosión inmediata y quemaduras graves en su cuerpo.
Las llamas alcanzaron a tres compañeros más —dos de 13 años y una de 18—. De los cuatro heridos, dos debieron ser hospitalizados.
Uno de ellos fue dado de alta tras permanecer en terapia intermedia del Hospital del Quemado, con el 20% del cuerpo afectado (rostro, tronco y espalda).
El adolescente que provocó el siniestro continúa en terapia intensiva en el Hospital Gutiérrez, con quemaduras en el 35% de su superficie corporal.
Investigación: posibles imputaciones a docentes
El fiscal Kessler ordenó una serie de medidas de investigación para determinar si hubo negligencia o falta de supervisión docente.
Entre las pruebas solicitadas se incluyen:
Declaraciones testimoniales de adultos presentes, incluidos padres y madres.
Identificación de los docentes a cargo y su ubicación exacta durante el experimento.
Un informe técnico sobre los materiales utilizados y los riesgos de los experimentos.
La hipótesis judicial apunta a determinar si los adultos permitieron la manipulación de materiales inflamables por menores, lo que podría derivar en imputaciones por lesiones culposas u omisión del deber de cuidado.
Cómo ocurrió la explosión
El accidente se produjo durante la recreación de un volcán artificial, un experimento habitual en ferias escolares que combina alcohol y fuego.
Federico, alumno de tercer año, relató:
“La mesa explotó y el chico se prendió fuego de pies a cabeza. Estamos todos muy conmocionados, fue tremendo”.
Según el testimonio, algunos docentes actuaron rápidamente para apagar las llamas.
“Un profesor se fue corriendo a buscar un guardapolvo porque el alcohol no se apaga con agua. Otro se le tiró encima para apagarlo, un capo”, contó el joven.
Sin embargo, no todos los adultos reaccionaron igual.
“Nuestro profesor se escondió, es un pelotudo”, denunció el estudiante, y añadió que “no había matafuegos ni medidas de seguridad” en el aula.
Reclamo de los padres: “No sabíamos del experimento”
La médica Mariana Laura Cornejo, madre de una alumna, expresó su indignación en diálogo con TN:
“Los padres no teníamos conocimiento de que se realizaría el experimento. Se hizo el volcán, que terminó explotando. Parece increíble que vuelva a pasar algo así”.
Cornejo remarcó que, si las familias hubiesen sido notificadas, habrían pedido suspender la actividad.
“Ya había antecedentes y no era necesario repetirlo”, lamentó.







