En un movimiento inesperado, Gimnasia y Esgrima La Plata decidió despedir a Alejandro Orfila apenas unos días antes del clásico con Estudiantes, el duelo más esperado por los hinchas. La determinación sorprendió a todo el ambiente del fútbol argentino, ya que llega en la previa de un cruce decisivo en el estadio UNO Jorge Luis Hirschi.
El entrenador uruguayo había quedado en la cuerda floja tras la última derrota del Lobo como local frente a Talleres de Córdoba. Los dirigentes consideraron que el ciclo estaba cumplido y optaron por interrumpirlo luego de apenas doce partidos, con un saldo de cuatro victorias, un empate y siete derrotas. “Agradecemos a Alejandro y su cuerpo técnico por el trabajo y compromiso”, comunicó oficialmente el club.
La institución platense confirmó además que Fernando Zaniratto asumirá de forma interina la conducción del plantel profesional. El nuevo DT debutará nada menos que en el clásico, en un contexto de máxima tensión y con un equipo que aún no logra estabilizar su rendimiento en el Torneo Clausura.
El difícil presente del Lobo
Gimnasia se ubica en el puesto 12 de la Zona B, fuera de los puestos de clasificación a los playoffs y a seis puntos del descenso en la tabla anual. El mal presente y la presión de los hinchas aceleraron la salida del técnico uruguayo, que había llegado con la misión de levantar a un equipo golpeado y no pudo cumplir con las expectativas.
La dirigencia ahora confía en que un golpe anímico le permita al Lobo reaccionar justo antes del duelo con su eterno rival. El clásico, más que un partido, se transformará en una prueba de fuego para el nuevo cuerpo técnico y para un plantel que necesita una victoria urgente para calmar las aguas en La Plata.






