DIVISAS. Se espera que el ingreso del swap estabilice los vaivenes del mercado en el país. FOTO TOMADA DE INFOBAE.COM
1- Desde el punto de vista político, el swap de EEUU y la compra de divisas por parte de ese país en el mercado argentino constituyen una señal de apoyo a la administración del presidente Javier Milei, de cara a las elecciones del domingo 26. Milei se alineó con la gestión de Donald Trump y, en cierta medida, implicaría que la Argentina debería abandonar el esquema de ayuda que, en otras gestiones, se plasmó en un acuerdo con China.
2- El respaldo dado este jueves por el secretario del Tesoro, Scott Blessent, tiende a mantener el esquema de flotación entre bandas que el Gobierno argentino diseñó en abril pasado cuando acordó un programa de Facilidades Extendidas con el FMI. De esta manera, la divisa estadounidense no debería cotizar con tanta volatilidad y, así, calmar a los mercados.
3- La Argentina tiene que hacer los deberes y rendir las materias previas. El examen es difícil porque, tras el acuerdo con el FMI, se prescindió gradualmente del cepo cambiario, se mantuvo la política de “déficit cero” y no se permitió que la inflación se disparara. Esto generó tensiones cambiarias y monetarias al secarse la plaza financiera de billetes. Las consecuencias las pagó el crédito privado y las tasas de interés. Ahora, el Gobierno deberá aprovechar la nueva ayuda para reconstituir las reservas del Banco Central, que no es más que robustecer la capacidad de pago del país.
4- El rescate estadounidense le brinda a los inversores certezas de que no habrá una brusca devaluación, como tampoco la Argentina entrará en default respecto de sus deudas. La historia de incumplimientos se evidenció en los últimos meses con el Riesgo País volando por encima de los 1.000 puntos básicos. La medición de JP Morgan no hace más que desnudar la falta de confianza hacia la Argentina. Recuperarla es la otra meta de Milei de cara a los dos años de mandato que le quedan.
5- Un horizonte menos complicado. La actividad económica viene mostrando señales de agotamiento y, por lo tanto, lo que alguna vez fue una fortaleza de la macroeconomía, a base de la motosierra fiscal, hoy no se evidencia en la micro, es decir, en la economía de bolsillo de los argentinos. Tener los fondos para cumplir los compromisos financieros brinda certezas de que el Gobierno nacional puede empezar a mirar por encima del agua para adoptar un plan que lleve al país hacia la senda del crecimiento sostenido y mejorar el cuadro socioeconómico.






