El misterio del mal olor en San Miguel de Tucumán: qué lo provoca y cómo planean reducirlo
Vecinos de distintos barrios del norte de San Miguel de Tucumán reportaron, en la tarde y noche de ayer, la presencia de un fuerte olor desagradable que se percibió también en zonas cercanas al aeropuerto Benjamín Matienzo y hasta en Tafí Viejo. La situación generó preocupación y volvió a instalar la pregunta habitual: ¿de dónde provienen estos olores?
Julieta Migliavacca, secretaria de Desarrollo Ambiental de la capital, brindó detalles a LA GACETA sobre las posibles causas. Explicó que en la zona norte funciona una histórica empresa dedicada a la producción de jabón en pan blanco, cuyo proceso utiliza sebo o grasa animal como materia prima.
“Para quienes no saben, el jabón en pan blanco se produce a través de la grasa animal. Dentro del proceso de saponificación, que se realiza con soda cáustica y altas temperaturas, se generan vapores que son los que muchas veces provocan el olor característico que sienten los vecinos”, indicó.
La funcionaria aclaró que ese olor “no es agradable”, pero no se trata de un olor a podrido. “Es un olor muy particular, que los vecinos de la zona ya reconocen, sobre todo en las inmediaciones de la Universidad Tecnológica y calles como Monteagudo al 1500”, señaló.
No obstante, puntualizó que el olor que se percibió anoche no tuvo origen en esta fábrica. “En esta oportunidad, lo que se sintió tenía un dejo más dulzón y provenía de agroindustrias ubicadas fuera de la capital, principalmente ingenios que trabajan con caña de azúcar y plantas de compostaje que utilizan vinasa. Es un olor propio del proceso de fermentación de estos subproductos, que depende también de factores climáticos como el viento, la presión y la temperatura”, explicó.
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Inversiones para mejorar la calidad del aire
La empresa jabonera, que tiene más de 100 años de trayectoria en la zona, está llevando adelante un plan de reconversión industrial en convenio con la Subsecretaría de Ambiente de la provincia. “Han adquirido un aerocondensador -una inversión superior a los 500.000 dólares- que permitirá eliminar el 95% de los olores generados en el proceso productivo”, destacó Migliavacca.
El nuevo sistema ya está en etapa de puesta a punto y, según adelantó, estará completamente operativo en las próximas semanas. “Esto va a significar una mejora en la calidad de vida de los vecinos, que dejarán de percibir esos vapores en el aire. Se trata de una inversión importante que no le genera retorno económico directo a la empresa, pero sí un retorno en términos ambientales y sociales”, agregó.
Control y coordinación con la provincia
Sobre los olores provenientes de ingenios y agroindustrias, la secretaria explicó que el control está a cargo de la Subsecretaría de Ambiente de la provincia, que trabaja en programas específicos para reducir el impacto de los residuos agroindustriales. “No dejan de ser productos agrícolas biodegradables, y esa biodegradabilidad genera olor, como ocurre en cualquier compostaje doméstico”, ejemplificó.
Migliavacca recordó que en el pasado hubo empresas que debieron relocalizarse o realizar fuertes inversiones por problemas similares. “Es un tema que se viene abordando hace años. En este caso, hay voluntad de inversión y de permanencia en la zona, con mejoras concretas en marcha”, concluyó.







